lamentable pérdida
La semana empezaba mal. La noticia del fallecimiento de José Verea Montero cayó como plomo sobre las cabezas de cientos de marinenses que conocíamos al excepcional músico y compositor que dirigió durante muchos años la prestigiosa Banda de Música de la Escuela Naval Militar y también las mejores corales polifónicas pontevedresas, donde dejó impronta de su valor profesional. Verea fue también profesor de cientos de jóvenes que eligieron el camino de la música para ensamblar sus vidas profesionales o para disponer de los mejores conocimientos en el arte de combinar el sonido, el tiempo y el silencio. Muchos encontraron en él, por los principales Conservatorios de Música de Galicia, un apoyo incondicional que, unido a su buen hacer docente, fue para muchos la tabla donde agarrarse para llegar a buen fin en tan difícil navegar por la preparación de sus carreras musicales. José Verea era un genio de la música y, con motivo de su muerte pudimos escuchar y leer ese reconocimiento de personas perfectamente autorizadas para ello pero, al margen de esa sabiduría, fue un hombre sencillo, afable, amigo de todos, encumbrado en lo más alto de su profesión tras recorrer el camino desde el kilómetro cero con afán y superación. Por eso, al margen de todas las manifestaciones hechas por autorizados personajes, está el silencioso agradecimiento de sus alumnos y sus amigos. D.E.P.
CICLOGÉNESIS
