El sistema de votación de Podemos es tan complejo que puede confundir incluso a quien lo concibió. El físico Pablo Echenique, secretario de Organización de la formación morada y uno de los parteros de la nueva fórmula de elección interna, pidió semanas atrás a la empresa Ágora Voting, la responsable del sistema de votación telemática, que buscara la fórmula para que los potenciales votantes visibilizaran con claridad la relación entre las propuestas políticas y los integrantes de las listas que las defienden. Lo que Echenique -que de distante pasó a colocarse en la estela de Pablo Iglesias- pretendía era estrechar el vínculo entre caras y programas. Ese enlace resulta obligado, según el responsable del aparato de Podemos, a tenor de lo aprobado en la consulta de diciembre pasado, la que reveló que Iglesias y Errejón mantienen un equilibrio de fuerzas internas, con una ligera ventaja a favor del líder.

Ágora Voting rechazó introducir las modificaciones sugeridas alegando dificultades técnicas y falta de margen temporal para hacerlo. Echenique no comunicó sus gestiones a la comisión técnica, en la que tienen representación proporcional todos los sectores del partido. Esa circunstancia provocó el malestar de los errejonistas, aplacado ayer por su jefe de filas con el reconocimiento de que la fórmula de voto "permite que todo el mundo se exprese con pluralidad" y se rompe "la lógica del todo o nada". Justo lo que Errejón defendía en diciembre contra el criterio de Iglesias.

La votación para la asamblea ciudadana estatal de Vistalegre, iniciada el sábado pasado y que concluye hoy, está abierta a los 456.725 inscritos en Podemos, una forma de militancia singular por tratarse de personas que pertenecen al partido pero que no abonan cuota alguna. Integran lo que la organización denomina el "censo pasivo", que se reduce, casi un 40 por ciento menos, hasta los 283.175 listados en el "censo activo", los inscritos que en el último año han participado en alguna consulta interna. El jueves habían participado ya 100.000 registrados. Todos ellos realizan seis votaciones: la propuesta política (que marcará el rumbo del partido); el documento orgánico (que puede recortar las atribuciones del secretario general); los textos éticos y de igualdad; la lista para elegir a los 62 miembros del consejo ciudadano, el máximo órgano entre asambleas; el secretario general y la comisión de garantías, el órgano encargado de la disciplina interna. La complejidad del sistema incrementa la incertidumbre de los resultados, que se desvelarán mañana.