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Sólo será un minuto

De otro mundo

Virginia: "Tal vez sea una extraterrestre. Eso explicaría muchas cosas que no entiendo. Y no será porque no lo intente. A tozuda no me gana casi nadie. Mi condición alienígena me ayudaría a aclarar todas las dudas que se abalanzan sobre mí desde que abro los ojos hasta que los cierro. Me siento más confiada y lúcida mientras sueño que cuando estoy despierta.

Incluso las pesadillas me parecen más lógicas que mi vida real. Ir por la calle me pone ya en estado de alerta. Aceras que los perros ensucian sin que sus amos se molesten en limpiarlas. Bolsas de basura rodeando las papeleras porque quienes las llenaron carecen del menor sentido de civismo y priorizan su comodidad por encima de los derechos ajenos. Brutos al volante que desprecian los pasos de cebra, se ríen de los semáforos, ponen el volante a rugir como si se sintieran más machos al hacerlo. Voy a misa y me encuentro con hipócritas que acuden a rezar para que los vean o porque piensan que así limpian su alma y la tienen libre de nuevo para volver a ser intolerantes, egoístas, mezquinos y crueles. Me meto en un cine y nunca fallan los que comen palomitas con la boca abierta, o succionan el refresco a todo volumen, o hablan en voz alta, o consultan su móvil o sueltan sus gracietas creyéndose los más ingeniosos del mundo. Enciendo el televisor y nado de canal en canal huyendo de profetas indocumentados, talibanes de la política, listillos de baja estofa, famosetes de medio pelo, jovenzuelos que sueñan con ser millonarios por la cara.

Entro en la redes sociales y me salpica la mala uva, me mancha la mugre de quienes no toleran los gustos ajenos, me ensucian los ataques anónimos de quienes se mueven en el pozo negro de la calumnia y el insulto. Apago todo, pero del piso de arriba me llegan los berridos del vecino que está viendo un partido de fútbol y descarga sus frustraciones lanzando estiércol por la boca contra el árbitro y los jugadores rivales. Me pongo los tapones en los oídos, me acuesto, cierro los ojos y rebusco en mi memoria algún momento del día en el que no me haya sentido extraterrestre en un mundo hostil. Seguro que tiene que haber alguno. Seguro. Seguro. Segu...".

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