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Cultura

Eladio Quevedo y Coral de Ruada

Eladio Quevedo Almoina es de la quinta de diciembre del 40, vamos un chaval. Su carrera profesional comienza como director de la sucursal de la Caja de Ahorros Provincial de Ourense en Maceda con 22 años, después lo trasladan a Barrocás, continuando un largo periplo por la geografía ourensana en As Lagoas, Residencia (Hotel Puente Romano), San Francisco, Paseo, Santo Domingo y A Ponte, donde se jubiló. Hasta aquí podríamos decir que ha sido la trayectoria de un buen director de una entidad crediticia, que procuró hacer sus gestiones lo mejor posible, sin embargo hay otros aspectos en su vida que lo hacen digno de ser el protagonista de una película de aventuras. Quizás algún ourensano aún lo recuerde. Recién estrenado el 1991, el 1 de febrero, a primera hora entra un supuesto cliente a la oficina que en esos momentos Eladio Quevedo regentaba en la sucursal de As Lagoas. Dirigiéndose a los empleados, les apuntó con una pistola indicándoles que era un atraco y que le dieran todo el dinero de la caja. Eladio Quevedo aplica las normas de protocolo para estos casos en los que se antepone la vida al dinero y le entregan las 1.500.000 pesetas en efectivo que había en aquel momento. El atracador conmina a Eladio que lo acompañe en su huida y en las inmediaciones roba un coche, al que hace subir a Eladio, a la parte trasera, dirigiéndose con posterioridad hacia Vilar das Tres. En esa localidad tienen un accidente, por lo que el atracador roba otro coche. En Casar do Mato para a un taxista, que una vez en camino lo secuestra a punta de pistola obligándole a tomar camino hacia Portugal. Tras un viaje angustioso, ya en Matosinhos, abandona el coche, dándoles 100 pesetas a cada uno, dejándolos allí plantados. Eladio llama a su casa y se dirigen de nuevo a Ourense. Su estado anímico y físico era lamentable, pero a pesar de ello, al día siguiente acudió a la oficina con toda normalidad. Días después detienen al atracador en otro robo en Orcasitas, lo juzgan y lo meten en la cárcel, de donde se escapa dentro de un cubo de la basura. Hasta aquí, y a grandes rasgos, se reproduce el rocambolesco y no menos temerario suceso, que Eladio Quevedo supo manejar con frialdad y entereza.

En 1950, con 9 años, siendo director Daniel Gónzalez, ingresa en el Orfeón Unión Ourensana, de la mano de Virxilio Fernández Gónzalez, quien tuvo una destacada importancia en la sociedad ourensana de la primera mitad del siglo XX y primer director de la entidad, en la que estaban Xulio Prieto Nespereira, Xavier Prado "Lameiro", Fabriciano Iglesias Abellá y Cesáreo Eire Santalla, fundadores de la Coral de Ruada en 1918-19. Eladio Quevedo con su buen hacer contribuyó a que Coral de Ruada tuviese una visión mundial, porque viajaron por toda España en multitud de ocasiones, América del Sur -como Buenos Aires y Caracas-, Guimaraes, Quimper, participaron en el festival de Saint Laurent, el festival Cornouaille (Bretaña francesa), Chicago y Toronto, en Estados Unidos y Canadá, respectivamente.

Eladio Quevedo ejerció de presidente desde 2002 hasta éste año 2016, colectivo con el que sigue colaborando en la actualidad. En este artículo nos centraremos en la actividad que realizó como presidente de Coral de Ruada, en reconocimiento a su buen hacer y como embajador de Ourense en el mundo de la cultura. Confieso que la elaboración de este artículo ha sido compleja, no solo por el largo centenar de personajes que desde 1918 llevaron por todo el mundo, a lo más alto, a la Coral de Ruada, sino porque el material del que dispone, tanto en grabaciones, artículos, actos, actuaciones, libros, revistas y otras publicaciones llenaría toda una biblioteca. Sin embargo lo principal es lo inmaterial: en definitiva el momento en el que sembraron con sus canciones otra forma de ver la vida, como un canto de esperanza, libertad, a veces por el ansiado retorno y otras por haber marcado en la mente de los que los oyeron, la Galicia que llevan dentro, recuerdo imborrable y medicina para la vida.

En 2002 asume la presidencia de la Coral de Ruada, iniciando la puesta en marcha de una página web diseñada por David Souto Herrero (hijo de los coralistas Ana María Herrero y Manuel Souto). El 9 de noviembre de 2002 participa en la concelebración eucarística con motivo de la canonización de Monseñor Escrivá de Balaguer, presidida por el recién nombrado obispo de Ourense Luis Quinteiro Fiuza, bajo la dirección de Juan José Rumbao Requejo. Según la prensa? "para os asistentes foi todo un pracer asistir a este concertó que a máis de un lle puxo a pel de galiña coa emoción de escoita-la calidade destas voces nun marco de beleza arquitectónica como é a Catedral". En el año 2004 se celebró el 85º aniversario de Coral de Ruada,año en el que la Real Academia Galega le dedicó a Xaquín Lorenzo Fernández "Xocas" el Día das Letras Galegas. Quevedo recuerda que Xocas siempre acababa llorando cuando Coral de Ruada cantaba su copla: "Nosa Señora do Viso/ Que tan alta se foi por:/ Dalle o aire, dalle o vento,/ Dalle a raiola do sol".

El 19 de marzo de 1003, con motivo de la celebración del día del Seminario, en la Basílica del Sagrado Corazón de Gijón, la Coral de Ruada brindó con sus canciones, en una de sus memorables actuaciones con 35 voces, dando lo mejor de sí, ante el entonces arzobispo de Oviedo, Carlos Osorio, el actual cardenal, que antes había sido obispo de Ourense. Sirvan éstos dos apuntes para imaginar la inmensidad y calidad de los actos que llevó a cabo hasta ahora esta formación musical, en vísperas de cumplir los 100 años de existencia. Ha dejado constancia por todo el mundo de su innegable calidad, constituyéndose sus miembros en embajadores de Galicia allá donde estuvieran. Ellos son culpables de los ríos de lágrimas que derramaron los que en la diáspora los escucharon, y también de hacer revivir la esperanza a los que habían dejado su corazón en Galicia. Eladio Quevedo se convirtió en un colaborador necesario para tal fin, siempre ambicionó la internacionalidad de Coral de Ruada, organizando los viajes de tal manera que resultaran perfectos y sobre todo que obtuvieran el resultado deseado.

Homenajes

Coral de Ruada siempre ha sido generosa con todos los ourensanos y receptiva para todo aquel que quisiera aportar algo en el campo de la música, las letras y la cultura en general, persiguiendo una proyección hacia los gallegos de fuera, para compartir los sentimientos de galleguidad que conocemos todos aquellos que hemos traspasado las fronteras de Galicia por cualquier motivo. Esta experiencia la forjó Eladio Quevedo en la Caja de Ahorros, cuando promovió viajes con clientes a diversos lugares de España, dando oportunidad a muchos ourensanos de convivir con otras costumbres y otras gentes, compartiendo con otros gallegos que habían llegado al lugar en busca de un futuro mejor.

Eladio Quevedo ha recibido muchos homenajes en los últimos años, y tendrá que aguantar muchos más, por la función social y cultural que ha desarrollado durante un período brillante de la formación musical ourensana. Un proyecto de largo recorrido, de contrastada calidad, que no conoce fronteras.

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