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El meollo

El show de Lito

La sentencia a Ángel Martínez y su impacto en las verbenas

El meollo de la cuestión está en calibrar muy bien el impacto real que podría tener en el peculiar mundillo de las orquestas y de las verbenas en toda Galicia una sentencia condenatoria de Ángel Martínez Pérez, popularmente conocido por Lito entre los músicos de todo pelaje y condición, tras el juicio previsto para el día 2 de febrero en la Audiencia Provincial. En cuestión está un sorprendente tinglado urdido durante los últimos años con bastante notoriedad pública.

El Ministerio Fiscal ha documentado después de un ímprobo trabajo la presunta comisión de seis delitos económicos del IVA y del IRPF, que conllevan una pena total de 14 años de cárcel, así como unas multas que producen mareo: 21,5 millones de euros para el acusado y otros 43 millones para su empresa de representación de orquestas y grupos musicales, que tanto monta. Cualquier acuerdo extra judicial se antoja imposible.

Solo con ganar este juicio y ejecutar su montante, la Hacienda de Montoro haría caja para todo el año 2017 en Pontevedra. Y todavía no está dicha la última palabra. Una segunda investigación promovida por la Agencia Tributaria contra el propio Lito sigue abierta, después de hurgar en su enorme patrimonio y poner al descubierto algunos de sus recovecos.

El empresario en cuestión se ganó a pulso el sobrenombre del "rey de las verbenas", puesto que muy pocas fiestas populares se celebran hoy fuera de su órbita empresarial. Ángel Martínez, un hombre hecho a sí mismo, terminó imponer su propia ley, tanto a empresarios como a ayuntamientos o comisiones de fiestas, a la hora de contratar conjuntos y orquestas en Galicia. Un suculento negocio, en definitiva, que manejó a su libre albedrío hasta ahora, en donde seguramente nada volverá a ser igual.

No pocos efectos colaterales están en juego, puesto que su empresa de contratación siempre trató de descargar sobre terceros sus propios tejemanejes y cambalaches, desde que el fiscal especializado en delitos económicos, Augusto Santaló, puso en marcha una ardua investigación.

Este caso tiene, por tanto, bastante más enjundia de la que parece, aunque quizá va a terminar por ser lo que realmente semeja: un show de Lito con su espectáculo de birlibirloque, amenizado por la Panorama y la París de Noya, sus orquestas más renombradas.

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