1. Empleo. Pese a su estratégica situación geográfica Vilagarcía no despega, por el contrario, continúa hundiéndose. Carecemos de propuestas sostenibles y de futuro. Mientras tanto, el tejido empresarial languidece y estamos a la cabeza de tasa de paro en la comarca. Necesitamos con urgencia políticas audaces que inviertan las estadísticas.
2. Impuestos. Desde el inicio de las crisis todos aprendimos a hacer mas con menos, incluso acatando órdenes; abonando deuda y sacrificando inversión. Los que nos gobiernan optaron por lo más fácil, subir tasas e impuestos hasta prácticamente doblar la carga impositiva. En Vilagarcía sorprende que donde los ciudadanos carecen de servicios básicos y el valor del suelo y de los bienes inmuebles han pasado a ser la mitad, el IBI se haya disparado hasta una subida de casi el 30%. Se hace preciso comprobar el destino real de nuestro esfuerzo. Es ineludible la transparencia en el gasto.
3. Servicios municipales. El malestar de parte de los trabajadores públicos ya está en la calle. El personal asignado actualmente a los distintos servicios está desequilibrado. La estructura acusa achaques que afectan a la ciudadanía hasta el punto que cuando ésta acude a realizar gestiones a Ravella se ve sometida a efectos de teletransportación al siglo XIX, a la época de Larra, es decir, al "vuelva Ud. mañana". Demandamos una administración local rápida, eficaz y, sobre todo, al servicio del ciudadano.
4. Inversiones. Si no fuera por la crisis económica estaríamos valorando solicitar la llegada de trasatlánticos (en un puerto sin calado), una universidad y, puestos a pedir, un aeropuerto... Por ello, creemos conveniente recordar que el centro de Vilagarcía (como pudimos comprobar en la riada del 2006) es un absoluto relleno desde la Plaza de España hasta el mar. No existe dimensión de tubería de pluviales ni acequia aérea suficiente que pueda con los efectos de la naturaleza. También cansa financiar obras de repeatonalización en el centro urbano. Sería preferible descargar tráfico del centro como, por ejemplo, conectar la zona de Fontecarmoa con el vial de circunvalación: la calle Camilo José Cela está solo a 200 metros de la glorieta.
5. El Puerto. Resultan altamente tediosas las batallas Autoridad Portuaria-Concello. Solo hay un perdedor, la franja marítima. Sobre los rellenos existe una variedad de usos extraordinaria, desde depósitos (de dios sabe que) hasta un restaurante de comida rápida. Ahora, por lo visto, también pretenden instalar un hotel. ¿Porqué no un parque de atracciones? Es realmente urgente redimensionar el ámbito de competencia, plan de usos y actividades a desarrollar en los terrenos ganados al mar.
6. ¿Y el obelisco, dónde se va a colocar?
