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Gallego, alcalde de la Habana

Acabo de hablar con Cuba y con el que fue comandante del ejército rebelde con Fidel Castro en ese país, jefe de los servicios médicos de las FAR, ayudante y médico de Ernesto Guevara en África, jefe del estado mayor, alcalde de La Habana, embajador de Cuba en Londres y Helsinki: el gallego Oscar Fernández Mel, ya con 85 años. Tanto cargo y poder y vive ahora jubilado en una casa que tiene lo justo, igual que su bolsillo raspado, y hasta goteras porque pertenece a una clase que nunca quiso meter mano en la caja de todos. Imaginaos qué sería aquí el que hubiera tenido tanto poder, si hasta un vulgar "Bigotes" sin más oficio que su astucia se convierte en presunto cabecilla millonario de la trama Gürtel.

Y Santomé retoma el pincel

Bigotes y barba tenía también, aunque solo en eso se le parecía al otro Bigotes, Francisco Santomé, el que fue concejal del PSOE y dirigió la política cultural viguesa en la era del alcalde Manoel Soto. En la casa de Santomé, jubilado y volcado en tareas agrícolas en los alrededores de Vigo, el expolítico vuelve a familiarizarse con los aromas de la trementina. Apuntes, bocetos y dibujos guardados desde hace tiempo en los cajones de su estudio, vuelven a salir a la luz para dar forma y color a su obra más reciente y que compone esta nueva exposición que ayer inauguró en la sala II de la Sede Afundación (Velázquez Moreno, 18). Hubo una época en la quiso hacer de la pintura su única profesión. Eran sus años jóvenes y por muchas circunstancias, otras ocupaciones hicieron variar aquella ilusión, aunque nunca abandonó los pinceles. Ahora ha vuelto con el empeño y la profesionalidad de la que es capaz para poner sobre la tela, de la manera más sincera posible, las emociones que nos rodean. A ver.

El "escombro" de Pérez-Jofre

De un artista que vuelve, Santomé, a otro que nunca marchó. Nos invitan de aquí y de allá, tanto Javier Buján (director artístico Fundación Laxeiro) como Ángel Cerviño, pintor, escritor y comisario de arte, a la presentación hoy a las 20 horas y en la librería Versus de Vigo, del libro titulado "Escombro" del artista Ignacio Pérez - Jofre (profesor Bellas Artes en Pontevedra), un libro con textos suyos que habla sobre la serie de pinturas del mismo título que expuso en la galería La gran de Valladolid. En la presentación hablarán Pedro Gallego, director de La gran, y Ángel Cerviño.

La mágica lubina de Camilo

La verdad es que el joven octogenario José Manuel Macías y yo tuvimos ayer ganas de ponernos en situación orante, como un devoto de Alá, para dar gracias al Señor Nuestro Dios por lo que la Naturaleza nos había dado en forma de alimento. ¡Vaya lubina comimos ahí en el Machina, frente a la playa de Canido con ese mar al fondo del que había salido. Sí,sí, en el bar que hace casi 50 años abrieron Paloma y Lorenzo y que ahora, retirada Paloma, mueve con brío y alegría su hijo Camilo Lorenzo, al que de vez en cuando veo en el gimnasio Metropolitan. Antes nos puso unas navajas de respeto y probamos una empanada recién horneada que Macías, que nació en 1932, atacó con la misma decisión que yo. Yo creo que es el buen humor el que mantiene sano y vital a este vigués, con cinco carreras y ocho hijos en su mochila. ¡Y luego quería tomar un gin tonic!

Y del Josefina en Chao

Uno toma decisiones importantes por causas inesperadas, y la de Sandra J. López Trigo tuvo que ver con el deseo de contentar a su madre, tras salir de una grave enfermedad. De ahí surgió el Josefina Picoteo, en el que estuve ayer con las Domínguez Sisters, Ítos y Loló, y que nació en la calle Chao hace días sustituyendo al bar vegano de antes. Remodelado, quedó un espacio de colores estimulantes y a la vez sencillo, con tapitas de comida casera y especializado en jamón asado, empanadas, y chorizos al infierno. Y un pulpeiro los miércoles. Volveremos.

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