Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Javier Sánchez de Dios.

Crónica Política

Javier Sánchez de Dios

El aviso

Así que, leído con atención lo expuesto -en Madrid, como tantos otros asuntos trascendentales- por el presidente Feijóo acerca del momento en que procede exigir ceses o renuncias en casos de corrupción, no parece que su señoría haya estado muy afortunado. Cierto que su tesis la comparten muchos -porque hay que marcar plazo y ocasión-, pero padece de lo mismo, o algo muy parecido a lo que rechaza.

Queda dicho que la cuestión no es nueva, pero viene adquiriendo más peso porque forma parte de las exigencias que Ciudadanos cursó al PP para darle apoyo a la investidura, y en eso no cabe lo de "Santa Rita, lo que se da no se quita". Pero los de Rivera no paran de recordarlo, sobre todo desde la resolución del Consejo de Estado sobre el "caso Trillo". Y también desde que Rajoy dijo que busca una legislatura "larga y fructífera". Y es un aviso.

En este punto, más de uno puede preguntar qué tiene que ver con Galicia y sus asuntos el affaire del exministro de Defensa y embajador en Londres. Y sí puede estar relacionado, porque el tema -pese a no encajar en el de la corrupción stricto sensu- quizá signifique una crisis entre PP y Ciudadanos y eso afectaría a la duración de la legislatura. Y, de rebote, al papel de Alberto Núñez en el escenario de la política de Estado que marca el presidente del Gobierno.

Dicho de otro modo: que si la legislatura es larga y útil, el papel de Mariano Rajoy -si él quiere- como candidato a repetir en Moncloa la próxima vez no tendrá discusión. Y el futuro de Feijóo en Moncloa se alejará sine die. Una hipótesis por la que casi nadie apostaba, al menos aquí, en el primer semestre del recién pasado año 2016.

Es más que posible que algunos que se autotitulan "expertos en las cosas del PP" descalifiquen cuanto precede como "fruto de una especulación gratuita". Pero bastantes de entre ellos son los mismos que hace poco conjeturaban la presencia, tras el congreso Popular, de Feijóo como vicepresidente del partido, por si se producía un relevo anticipado.

Es verdad, por supuesto, que hace seis meses la hipótesis de un relevo, en el PP, cara a otras elecciones, a nadie hubiera sorprendido, y que la discusión interna sobre el eventual sucesor estaba restringida a la vicepresidenta del Gobierno y el jefe del Ejecutivo gallego. Pero las cosas han cambiado, ahora Ciudadanos no tiene el peso que tenía y el PSOE necesita tiempo para rehacer lo que casi destruyó Sánchez. Y Rajoy "enterró" políticamente a todos sus adversarios y "resucitó" como Lázaro. Por eso el asunto interesa aquí y "nadie puede poner" -en frase de un tribuno- "límites a la Divina Providencia".

¿Verdad...?

Compartir el artículo

stats