Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Convertir al oponente en interlocutor es un arte

¿Cómo explicar el desarrollo de una ciudad o el futuro de un área metropolitana, sino es a través del diálogo y el entendimiento entre todos los componentes que confluyen en ella? La democracia opera a través de los microespacios institucionales, como son la Xunta, los concellos o una asociación vecinal, cuya transversalidad eficaz tiene que aceptar la tolerancia, la pluralidad y la cohabitación de sus diferencias. Los ciudadanos están cansados de vivir bajo este ambiente perverso de controversia institucional, pues ven cómo se cierran los espacios de debate y se limita de crecimiento. Para lograr el derribo de las barreras del no-entendimiento intencionado son necesarios esfuerzos conjuntos para superar este tiempo de puentes rotos y construir puentes de diálogo seguros y permanentes. El diálogo entre alternativas diferentes es complejo y difícil, pero es la única vía abierta para resolver un largo conflicto institucional cuyos contactos son los titulares mediáticos que ensombrecen diariamente cualquier solución.

Tiene que haber diálogo y equilibrio institucional entre la Xunta de Galicia y el Concello de Vigo para resolver la falta de confianza mutua. El enrocamiento vertical de las instituciones buscando la inestabilidad política del oponente, termina chocando con la horizontalidad de las soluciones para el impulso del Área Metropolitana y otras, como la operatividad del AVE, la eficacia pública del Cunqueiro, el tramo urbano AP-9 hasta Buenos Aires o la creación del moderno transporte metropolitano. La mayoría de estas cuestiones en conflicto aunque no coincidentes, sí son interdependientes, razón por lo que es bueno para Vigo lo es para Galicia y viceversa, pero para ello es necesario entenderse. Las murallas de los liderazgos egocéntricos terminarán cayendo, porque la sociedad deja de aceptar ese tipo de gestión de las cadenas de montaje de los viejos tiempos, que necesitaban murallas del no-diálogo y el enrocamiento de posturas a través de situaciones de permanente conflicto.

El sentido del entendimiento en nuestra sociedad del conocimiento está lejos de las tradicionales posturas herméticas y maniobreras de quienes dirigen las cosas de la sociedad: política, deporte, producción empresarial y más. El concierto de la orquesta institucional no puede ser interpretada por un solo instrumento. Las instituciones democráticas disponen de la creatividad y potencia de la polifonía, por eso el mensaje impenetrable y repetitivo no tiene más horizonte que el del disco rayado. Los líderes institucionales tienen la responsabilidad del diálogo constructivo y el entendimiento, aunque no se acepten, para que las instituciones democráticas no puedan rayarse y convertirse en fábricas de psicosis política que contaminen a la sociedad. Esta necesidad de diálogo entre Xunta de Galicia y Concello de Vigo es el deseo de la gran mayoría ciudadana, siempre desde el respeto a los principios ideológicos y políticos. Si hay voluntad política de entendimiento y convertir al oponente en interlocutor, tiene que haber un alto el fuego mediático, aparentemente único vehículo de comunicación en esta crisis institucional.

Compartir el artículo

stats