Hace unos días, el Instituto Galego de Estatística hizo público sus proyecciones para la población gallega en un horizonte de 15 años. Como se suele hacer en estos casos, la metodología no contempla choques o cambios repentinos y sustanciales en los parámetros clave. Es decir, nos valen para saber dónde vamos a estar si nada cambia de forma significativa.
Los resultados no por conocidos dejan de ser alarmantes. En el gráfico adjunto se muestra la distribución de la población por edades en 2016 y 2031. Si uno sale a la calle hoy en Galicia, el tramo de edad más frecuente que se encuentra es el que va de 34 a 54 años. En 2031 esa franja irá de los 48 a los 73. Habrá más personas de 88 años que niños de cinco.
Solo estos dos datos deberían hacernos reflexionar para actuar ya y con determinación. Tenemos que conseguir que los deseos de los jóvenes gallegos respecto a los hijos (tener una pareja en promedio) se concreten. Pero para eso necesitamos mejorar la calidad del empleo, sobre todo en lo que se refiere a la estabilidad; mejorar la cartera de servicios a las familias; descargar de impuestos a unas unidades familiares cuya capacidad real de pago es muy inferior a la que supone el IRPF español y gallego.
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No es tan difícil. Pero requiere voluntad política y consensos en el Parlamento gallego. Y perspectiva de largo plazo.
*Director del Foro Económico de Galicia
