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Tribuna libre

El AVE, un hito que marcará un antes y un después

Desde el inicio de las obras del AVE a Galicia, más en concreto a su paso por Ourense, los empresarios de la construcción hemos hecho hincapié en tres aspectos que, consideramos, son fundamentales.

En primer lugar, la licitación de los distintos tramos de la alta velocidad ha maquillado en los últimos años las cifras de inversión pública en Ourense con cantidades ciertamente elevadas en algunos casos. Sin embargo, una vez descontadas las inversiones para un proyecto que, no olvidemos, es para toda Galicia y en más de una ocasión afectaba a trazados con provincias limítrofes, la realidad nos dejaba bien a las claras que seguíamos a la cola de la licitación pública en nuestra comunidad y con diferencias más que notables en comparación con A Coruña, Lugo y Pontevedra.

Por otra parte y desde una visión más sectorial, las obras del AVE no han tenido la repercusión esperada entre nuestras empresas, ni como cartera de trabajo ni como generadoras de una significativa cantidad de empleo local. Estamos hablando de un proyecto constructivo que por sus dimensiones y complejidad precisa de la intervención de empresas con una importante estructura, de maquinaria muy especializada y personal altamente cualificado.

El 90% de nuestras empresas son pymes sin dimensión ni posibilidades para acceder a estas grandes obras, lo cual no significa en absoluto que carezcan de la preparación, cualificación o calidad suficientes para acometer otras obras. Quiero aquí romper una lanza en favor de todas las empresas de la provincia que en tiempos de crisis han tenido que afrontar muy duros ajustes para salvar el negocio y los empleos, pero que también han realizado enormes esfuerzos por adaptarse a las nuevas y crecientes exigencias de las administraciones para poder acceder a la obra pública.

Ambas consideraciones, inversión pública e impacto en el sector, no suponen en modo alguno una crítica ni desprecio a una infraestructura que desde ACO siempre hemos defendido y que calificamos como de justicia para con Galicia, básica para acabar con las pocas alternativas de comunicación rápida con la meseta y, de modo muy especial, de futuro para los ourensanos por las posibilidades turísticas que abre y, en consecuencia, de promoción económica.

Siempre hemos defendido el AVE como un hito que marcará un antes y un después en Ourense, por eso debo reconocer con agrado la unanimidad expresada desde todos los ámbitos provinciales y locales a favor de un proyecto, en concreto la variante exterior, en la que no caben interpretaciones de tiempos de viaje y sí de desarrollo urbano y de plazos, cuestión esta última, por cierto, que sacó ACO a la palestra conscientes de la imposibilidad de cumplir en el horizonte del 2018.

Ojalá esa misma unanimidad y altura de miras estuviese presente en una cuestión tan básica para el desarrollo de la ciudad como el PXOM. Partidos políticos y agentes empresariales y sociales salieron en tromba a defender un AVE digno para Ourense, pero seguimos atascados y jugando a partidismos con un documento que debería facilitar la integración de la alta velocidad en la trama urbana de la capital y, al mismo tiempo, dar respuesta a las futuras necesidades de una ciudad que ha depositado en las comunicaciones de altas prestaciones su esperanza para convertir a Ourense en un polo de atracción turístico.

(*) Presidente de la Federación Gallega de la Construcción.

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