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José Manuel Ponte

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José Manuel Ponte

Memorias de un periodista

El periodista Juan Luis Cebrián ha publicado un primer tomo con sus memorias (Primera Plana) y comparece en varios medios para hablar de su libro, que diría Umbral. El libro se refiere fundamentalmente a los 13 años (1976-1988) en que fue director de "El País" hasta ser nombrado consejero delegado de su empresa editora, pero una mayoría de los entrevistadores centraron su interés en acontecimientos recientes relacionados supuestamente con actividades financieras irregulares. Con tanta insistencia, que al señor Cebrián, tanto en la radio como en la televisión, se le percibió, pese a su veteranía, francamente molesto.

Y fue una pena porque el entrevistado, que fue testigo muy cercano de acontecimientos relevantes, hubiera permitido indagar sobre la relación entre la clase política y la prensa desde la Transición hasta nuestros días. Especialmente por la sintonía que mantuvo -y mantiene- con Felipe González con quien coincide en planteamientos estratégicos. Una sintonía que provocó la ilusión óptica entre buena parte del público lector de que "El País" era un periódico de izquierdas cuando en realidad se trata de una empresa editora que supo aprovecharse inteligentemente del enorme espacio de opinión que dejaba vacío la prensa que había colaborado con el franquismo para poner en pie un negocio periodístico que fue extraordinariamente rentable hasta hace dos días.

"En realidad -vino a decir Cebrián- se dio una coincidencia entre el lectorado de 'El País' y el electorado del PSOE. Nosotros nos limitamos, desde una perspectiva liberal progresista a dar voz a quienes hasta ese momento no la tenían, que era la juventud y la España que venía del exilio, o de la clandestinidad. Por eso mismo, algunos de nuestros socios fundadores, como Manuel Fraga, nos llamaron traidores".

Y en ese aspecto tiene razón, en la cúpula de la Prensa del Movimiento, de la que el padre de Cebrián fue miembro destacado, se conocía a Juan Luis como el "bebé furioso" en alusión al personaje principal de la conocida obra de teatro de Manuel Martínez Mediero que fue estrenada en Madrid el año 1974 con ese mismo título. Desde la perspectiva que da el paso del tiempo, se ve perfectamente que la buena sintonía entre Felipe González y Cebrián o entre el PSOE y "El País" (tanto monta) explica las causas de algunos acontecimientos de estos años como el cese de Borrell, el cambio de rumbo de Zapatero, o la defenestración de Sánchez. Tres personajes que desafiaron la línea política que marca desde la sombra el gran patriarca socialista y fueron vapuleados sin contemplaciones desde los medios que controla Cebrián.

Ahora que he visto y oído las entrevistas del autor del libro me siento en la obligación de leerlo para conocer de primera mano los aspectos que no tocaron a fondo los entrevistadores. Algunos me conciernen directamente. Por ejemplo, dice Cebrián que Solana no figuraba en la lista del primer gobierno de González y que él le hizo ver la extrañeza que eso causaría. Yo tengo la impresión contraria. Solana, y no Guerra, era el hombre más afín a González y su posterior carrera política lo confirma. A mí me nombró y me cesó Solana como adjunto a la gerencia de Medios de Comunicación del Estado en el polémico periodo de su liquidación. Tengo que leer el libro. A lo mejor me aclara algo.

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