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Ilustres

Hispania

"?cuya triste reiteración revela el odio impotente de nuestros adversarios cualquiera que sea el Régimen que exista en nuestra patria a partir de la Contrarreforma para acá España viene padeciendo los ataques más injustos irritantes e intolerables que a nación alguna se le hayan podido infligir ataques que de manera sistemática tienen su rebrote periódico desde la taimada frontera de la mentira del resentimiento de la información malintencionada y tendenciosa de todo lo que implique contra la soberana decisión de un país de gobernarse por sí mismo sin ingerencias (sic) foráneas ni arbitrarias imposiciones y si estos ataques son indignantes cuando nos vienen de manos extranjeras no merecen más que desprecio si proceden de un compatriota dispuesto a colocar la turbina en la cloaca con el propósito de convertirse en un personajillo al pairo de posiciones políticas que conocemos hasta la saciedad?", (palabras escritas por Emilio Romero contra Juan Goytisolo y que éste aprovechó para construir el prólogo de su novela Señas de identidad).

Ahí queda eso, apliquémonos el cuento, porque vejamos al pudridero nacional y a sus representantes, injuriamos su historia, descreemos de su destino, maldecimos su tierra entre flores fandanguillos y alegrías, ofendemos a la patria que nos mantiene y por la que no vertimos ni una triste gota de nuestra sangre pese a tener múltiples oportunidades de hacerlo con aquellos airosos y marciales uniformes militares, nos mofamos de quien nos ha parido y no merecemos más que desprecio porque aireamos la santa mierda de la zahúrda y deseamos la cirugía de tan glorioso territorio, sólo Dios pudo hacer tanta belleza / y es imposible que puedan (sic) haber dos, somos soeces y traidores, no respetamos la memoria de sus mártires, vilipendiamos sus principios, somos hijos descastados, engendros del mal, aberraciones monstruosas, Hispania es ese terreno mal abonado en el que nacimos, y todo el mundo sabe que es verdad / y lloran cuando tienen que marchar, pisoteamos sus cinco rosas inmarcesibles y las flechas de su haz, zaherimos su porvenir de justicia y paz, somos abscesos en el sano organismo patrio, Hispania no es lugar para descreídos, amargados, insolidarios, rastreros, blasfemos, cínicos, aguafiestas, desleales como nosotros, que no nos emocionamos con el himno y la bandera, nos aplastará el peso de su gloria milenaria, por eso se oye este refrán / que viva Hispania, somos voces disonantes en el concierto común de su presente luminoso, no veremos reír la primavera ni cataremos el vino de Jerez ni el vinillo de Rioja, nos denostarán nuestros coetáneos y los hijos de sus hijos, porque no nos conmovimos con las gestas de sus habitantes, ni inclinamos la cholla al paso de la bandera ni nos llevamos la mano al pimiento morrón cuando suena el himno, y siempre la recordarán / que viva Hispania, nos chanceamos de su espléndido porvenir, malnacidos, desagradecidos personajillos subalternos, mediocres y miserables que no cooperamos al engrandecimiento de la nación, tarea para la que nadie es indispensable pero todos somos necesarios, la gente canta con ardor / que viva Hispania, somos chafarrinones en los límpidos renglones del patrio devenir, unas tachaduras en sus pulcros anales, unas moscas cojoneras, las almorranas de una anatomía incólume, por eso nuestros nombres serán borrados de todos los registros, porque fuimos los judasiscariotes que traicionamos a la madrepatria por unas monedas, no hay sitio para nosotros, personajillos antipatriotas, debemos exiliarnos o arrepentirnos si cabe dolor de contrición en nuestros corazones pestilentes, loemos las hazañas que asombraron al mundo, arrodillémonos ante el incienso protector, lloremos al pronunciar el casto nombre de la patria, no merecemos sino desprecio, detestables, inmundos, repugnantes, miserables, contumaces personajillos discrepantes (esos que Aznar tildó en su día de perros que ladran por las esquinas y Álvarez Cascos de resentidos del 68) que creemos en otra Hispania distinta. ¡Hispania es la más mejor, coño! Oéoéoéoé. Oé. Oé.

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