Aunque en las campañas electorales suelen comprometerse a mejorar los servicios básicos, lo cierto es que a los políticos nunca les gustó demasiado eso de gastar dinero en mejoras de saneamiento o abastecimiento de agua. Como las tuberías van enterradas y realizar este tipo de trabajos causa enormes molestias, al final consideran que estas acciones no dan votos.

Cuando se piensa de este modo también se cree que si hay un par de cientos de miles de euros para gastar a lo largo del año no hay que esconderlos bajo tierra, sino invertirlos en jardines, parques, plazas o cualquier tipo de proyecto que acapare elogios y luzca en las fotos de los periódicos y los panfletos electorales.

Y claro, las inversiones en canalizaciones subterráneas quedan relegadas prácticamente a los compromisos derivados de la consecución de ayudas para ello y a la realización de reformas o parches con los que ir capeando el temporal hasta la siguiente cita electoral.

Esto pasa en todas partes, aunque ahora toque hablar de O Grove, después de que sus vecinos sufrieran la enésima avería en la red de abastecimiento.

Los mecos, tristemente acostumbrados a padecer cortes tanto en el suministro eléctrico como en el de agua, saben que las averías en estos servicios son constantes, con los consiguientes perjuicios para ellos, como también para las empresas de la localidad, los negocios de todo tipo y, consecuentemente, la imagen turística del pueblo.

No es momento ahora de buscar culpables o responsables políticos, ya que este tipo de averías se produjeron, y seguirán produciéndose, con absolutamente todos los partidos en el poder, ya sea gobernando en solitario o en coalición. Todos pasaron por el gobierno local en algún momento durante las dos últimas décadas y nunca nadie dio un golpe en la mesa y planteó la imperiosa necesidad de gastar una importante suma de dinero en cambiar la tubería del agua.

Claro que es mucha pasta y que las molestias serían enormes. Pero tiene que llegar el momento de coger el toro por los cuernos y reparar esa red general completamente podrida que no deja de romper por todas partes y que causa importantes perjuicios cada vez que se produce una avería o hay que afrontar reparaciones.

Mucho se habla de que O Grove necesita de un auditorio como el comer, de que la piscina sería ideal o de que el PXOM es fundamental para el desarrollo futuro de la localidad. Todo eso es cierto, pero quizás habría que empezar a hablar más de que lo prioritario es disponer de unos servicios básicos dignos, y esto pasa por disponer de una tubería de agua en buenas condiciones.

¡Quién sabe, quizás sea el momento de empezar a enterrar dinero!