Las cosas en la Comisaría de Policía de Marín están muy revueltas. Muchos de los funcionarios que en ella trabajan se quejan, y parece que con razón, de las condiciones en que tienen que desarrollar su labor que no es nada fácil aunque muchos se crean lo contrario. Contar con un servicio de Policía en el municipio aporta sensación de seguridad y de tranquilidad que, aún así, se ve truncada frecuentemente por la presencia de indeseables que tienen como medio de vida el incordiar a los demás. Insuficientes equipo de policías impiden el desarrollo normal de una función especialmente importante y las consecuencias las paga el ciudadano que se encuentra un día con que le asaltan en la calle (recientemente hubo varios casos de personas mayores atracadas). Desde los sindicatos policiales se ha alertado incluso con, de seguir así las cosas, una no muy lejana desaparición de la comisaría marinense, peligro e intento que no sería la primera vez que atravesamos ya que estuvo a punto de volar este importante servicio hace algunos años. Los ciudadanos que somos muy dados a quejarnos de la falta de inmediatez de respuesta policial, hemos de concienciarnos que, si a mano viene, habrá que ponerse al lado de quienes denuncian esta situación y, especialmente, estar ojo avizor por si hubiese alguna intención de dejarnos desamparados policialmente o dependiendo de otro municipio. ¡Olliño!