Este fin de semana el Puerto de Marín ha dado la mejor muestra de operatividad a la hora de afrontar un problema como el que el buque "Cap Roca" ha tenido, y tiene, a consecuencia de una avería. Se trata de un barco de contenedores de gran porte que se encontró con la imposibilidad de reanudar la marcha a su siguiente destino con lo que supone para el propio buque, su naviera y para el mismo puerto esta situación. La propia tripulación del buque se mostró extrañada de cómo un puerto de las dimensiones del de Marín afronta con celeridad y seguridad un momento tan adverso que requiere medios solventes como los que aquí ofrece el equipo de Prácticos y los remolcadores de "AmareMarín". Mover un barco como el "Cap Roca" entre muelles no es nada fácil pero las operaciones se realizaron con celeridad y éxito incluso descargando la parte de la mercancía perecedera y dejando el resto, que no es poca, para que mañana lunes la recoja otro containero que ya navega rumbo a Marín. Además hay que anunciar la muy próxima llegada de la nueva super grúa "PostPanamá" embarcada ya en el barco especial que la transporta desde el norte de Italia y que mejorará sustancialmente la operatividad portuaria. Renovarse o morir.
