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La diócesis

La rareza de un retrato del nuncio Cicognani

Hace unos días el sacerdote Don José David Penín Martínez entregaba al Archivo Diocesano un retrato de un Prelado que le habían personalmente donado los dueños de Marcos Souto, una industria y profesión que desde hace muchas décadas ha sido referente en Ourense de enmarcar obras de casi todos nuestros artistas, de trasladar obras de arte y del montaje de exposiciones.

Al parecer hace muchos años, 1944, alguien del Obispado de Ourense lo había llevado a enmarcar, y nunca lo fueron a recoger, ni lo reclamaron y fue quedando arrinconado, olvidadas las referencias del dueño y hasta la identidad del personaje.

El cuadro, en la parte derecha, está firmado claramente y datado: Alejandro R. Veiras. 9 1944.

El personaje retratado es fácilmente identificable ya que su alto cargo diplomático en España, Nuncio del Vaticano, le hizo ser repetidamente fotografiado y su imagen bastante difundida. Se trata de Gaetano Cicognani.

Sólo la incógnita de quién y porqué se encargó en Ourense este retrato del Nuncio, ya que no hay razones que lo vinculen personalmente con nada, y creo que el personaje que lo llevó o lo mando llevar a enmarcar del Obispado no era otro que Diego Bugallo Pita, uno de los más hábiles manipuladores y hasta desvergonzados eclesiásticos de toda la historia diocesana. El por qué no dudo que sería "sobornar" al Nuncio para desbloquear su ansiado nombramiento episcopal, para el que fue presentado como candidato ya en 1935 por su valedor ingenuo el Obispo Cerviño. Carcel Ortí da la referencia del documento vaticano que recoge esta presentación e informes (ASV, Arch. Nunz. Madrid 938, ff. 428-440). Aunque por el momento aún es documentación reservada. Propuesta que debió contar con muchos y negativos informes ya que sus modos marrulleros de proceder, tantas veces alejados de la debida dignidad, le crearon los suficientes enemigos como para elevar a Roma denuncias e informes que no lograron desbancarle como Vicario, pero si permitirle ser Obispo.

El año 1944, cuando se fecha el cuadro, era Vicario Capitular tras la muerte de Cerviño el 31 de enero de 1941, y creo que enterado ya del nombramiento del nuevo obispo, Francisco Blanco Nájera, que se hizo público el 8 d agosto de 1944, debió querer rematar su carrera con una mitra, pero los acontecimientos se precipitaron, al venir el nuevo Obispo con la firme decisión de cargarse a Bugallo, que se olvidó del cuadro y más cuando precipitadamente, alegando en el Cabildo una enfermedad inexistente dejó Ourense para establecerse en Madrid donde aún logró un premio de consolación siendo nombrado Auditor de la Rota.

El retrato, de busto sobre fondo negro oscuro, representa un obispo que mira al espectador, de cara redonda, pelo ya canoso y gafas de montura metálica que eran muy del gusto del alto clero romano. Viste la que se llama sotana filettata, con esclavina y con fajín violáceo que solo se insinúa. Se dignifica la vestimenta con el llamado ferraiolo, una capa violácea, hoy en desuso, pero muy elegante y que era de preceptivo uso en las audiencias y en toda representación de etiqueta. Una gruesa cadena de oro con dos caídas sostiene el pectoral.

La foto que publicamos pudo servir de modelo directo al pintor. El Nuncio Cicogniani tenía entonces 63 años y son los que representa.

Es una obra digna, un retrato típico del momento con voluntad fotográfica sin concesión alguna a inventivas o aportes originales. Buena técnica sin sobrepasar el listón de lo convencional.

Veamos algunos datos biográficos de los protagonistas de esta historia menor pero curiosa.

Gaetano Cicognani

Es un típico eclesiástico del cuerpo diplomático de la Santa Sede. Nació en 1881 en un pueblecito de la provincia de Rávena, Brisighella, famoso por ser patria de media docena de cardenales entre ellos un hermano menor de Gaetano, Amleto que llegó a ser Secretario de Estado. Fue ordenado sacerdote en Faenza, su diócesis, en 1904 y enviado a Roma para completar estudios en el Apolinar, suma grados y doctorados en Filosofía y Ambos Derechos. Desde 1912 a 1916 es alumno de la Academia de Nobles Eclesiásticos donde se forman los diplomáticos vaticanos y trabaja como ayudante de la Secretaría de Estado.

De 1916 a 1920 estuvo en España como secretario del Nuncio Ragonesi, luego auditor en Bruselas y la Haya. El 2 de enero de 1925 nombrado arzobispo titular de Ancira para ser el primer Nuncio Apostólico en Bolivia. En 1928 Nuncio en Perú y luego en Austria que al ser anexionada por la Alemania nazi en 1938 tuvo que cerrar la Nunciatura y marcharse y poco después el 16 de mayo nombrado Nuncio Apostólico ante el Gobierno Nacional de Salamanca y en España, sin duda encomienda delicada por la Guerra Civil y el asesinato en la España Republicana de 13 obispos y de más de 6.600 sacerdotes y religiosos y la distancia necesaria de un régimen cuyas simpatías fascistas preocupaban en el Vaticano. Desempeñando la más alta responsabilidad diplomática estuvo hasta el 12 de enero de 1953 cuando es promovido al cardenalato, en la curia fue nombrado prefecto de la Sagrada Congregación de Ritos, luego del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica. Pasó al orden de los Cardenales Obispos en 1959 al frente de la diócesis de Frascati. Participó en el cónclave que eligió papa a Juan XXIII en 1958 y murió en Roma el 5 de febrero de 1962. Fue un hábil y conciliador diplomático, cercano y bien considerado.

Rodríguez Veiras

El pintor del retrato. Es un artista polifacético y querido del Ourense del siglo XX. Delineante del ayuntamiento. Jefe de protocolos del mismo. Director de la Escuela Provincial de Artes y Oficios hasta su muerte acaecida el 27 de marzo de 1977. Destacó como miniaturista y pendolista. Realizó diversos pergaminos entregados por corporaciones oficiales a diversos personajes. Portadas de muchos programas de fiestas. Diseñó los jardines de las Burgas hacia 1920 y la rosaleda del Posío. Entre los preciosos diplomas suyos están el que en 1975 le encargó la Diputación Provincial para Ramón Otero Pedrayo nombrándole hijo predilecto de la provincia. Y el que el ayuntamiento de Ourense encargó para nombrar hijo predilecto de la ciudad a Don Eugenio López López, y adoptivo de Ourense a D. José María López Ramón, ex gobernador civil todos en 1975. En los años 30 había realizado el de nombramiento de Canónigo Honorario del arquitecto Palacios, que fue sin duda encargo de Bugallo Pita como el retrato de Cicognani, lo que significa una cierta amistad. Aunque el retratista "oficial" del momento era Jesús Soria, Veiras también hizo retratos con buena aceptación.

Bugallo Pita

De él escribí la siguiente nota biográfica aséptica como pedía la Real Academia de la Historia cuando me encargó algunas biografías de eclesiásticos, para el monumental Diccionario Biográfico español. "BUGALLO PITA, Diego. Ares (Coruña) 1894- Madrid, 1977. Sacerdote, Auditor de la Rota. La personalidad de Diego Bugallo Pita escurridiza en la documentación, es sin embargo de una objetiva trascendencia en la vida eclesiástica de Ourense. Nació en la villa coruñesa de Ares el 14 de noviembre de 1894. Debió de cursar la carrera eclesiástica en Santiago pero tras su ordenación sacerdotal el 22 de diciembre de 1917, aparece incardinado en la diócesis de Tui, de cuyo seminario fue catedrático y allí le conocería Don Florencio Cerviño González, que al ser nombrado en 1921 obispo de Ourense lo llevó consigo como familiar, siendo el hombre de su total confianza. Primeramente le nombró Secretario de Cámara y Gobierno, (1922) y canónigo. En la década de los 30 lo hará Vicario General y Deán de la Catedral, esta dignidad conferida por Bula de Pío XI de 6 de marzo de 1936. Siendo canónigo auriense, fue nombrado Deán de Osma, cargo ejercido menos de un año y que renunció para regresar a Ourense como Dignidad.

Estuvo detrás de muchas de las iniciativas que tomó el Obispo Cerviño como la reforma de la Catedral por el arquitecto Antonio Palacios, amigo personal de Bugallo, la restauración de la vida cisterciense en Oseira o la recogida de diversas obras de arte para constituir un museo diocesano.

A la muerte del Obispo el Cabildo lo eligió Vicario Capitular, el 9 de febrero de 1941. Durante los largos cuatro años de vacante actuó con eficacia, llevando a cabo muchas iniciativas entre ellas del 7 al 17 de mayo de 1942 una gran misión en Ourense como uno de los actos del homenaje de España al papa Pío XII.

Al tomar posesión el 2 de febrero de 1945 el nuevo obispo Blanco Nájera, Bugallo abandonará Ourense para ocupar un puesto en el Tribunal de la Rota como auditor-asesor de la Nunciatura Apostólica, tras las tentativas infructuosas de hacerlo obispo. En Madrid falleció el 25 de abril de 1977. Fue académico no numerario de la Real Academia Gallega."

También ya con más sentido crítico y utilizando sobre todo la Documentación capitular en "El Decanologio de la Catedral de Ourense en el siglo XX" DIVERSARUM RERUM nº 5, Ourense, 2010.

Pero el controvertido y poderoso personaje da bastante más de sí aunque siempre borró la documentación más comprometida ya que estuvo detrás de muchos hechos poco edificantes, calumnias, fraudes, caciquismo, clientelismo para mantener y lo mantuvo a pesar de las denuncias de sus críticos, el poder como factótum de un Obispo bueno pero inútil como hombre de gobierno a quien Bugallo engañaba con facilidad. Lo positivo que lo tuvo queda mencionado. Cuando sea consultable la documentación vaticana sin duda habrá noticias que permitan hacer una valoración completa y objetiva de Don Diego y sus decisiones.

*Delegado de patrimonio de la diócesis y archivero de la catedral.

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