La Xunta ha destinado 4,05 millones de los presupuestos de este año a la programación de música sinfónica en su territorio. Toda esta inversión se concentra en dos agrupaciones. Son las mal llamadas orquestas "de Galicia", que llevan a la comunidad como apellido, pero que no salen de la provincia de A Coruña más que en 18 de sus 101 citas.
Este desequilibrio no es algo nuevo. Pero, si el primer paso que la Consellería de Cultura dio en 2012 -con el aumento de la presencia en Vigo-, se aplaudió como una ventana abierta para atajar de forma progresiva esta discriminación, hoy es evidente que se ha vuelto a entornar. Cuando las dificultades económicas obligaron a recortar la temporada, la menos afectada fue la provincia de A Coruña. Y cuando los buenos tiempos permitieron volver a alargarla, no se repuso allí donde se quitó, sino que se volvieron a potenciar las tres urbes coruñesas. Así, hoy, la brecha se agranda.
Los 4,05 millones de euros son de todos los gallegos, pero algunos los disfrutan más que otros. ¿Hasta cuándo la Xunta va a mantener como ciudadanos de segunda, musicalmente hablando, a los de Lugo, Ourense y Pontevedra? ¿Hasta cuándo va a mantener la patraña de que las orquestas de A Coruña lleven en el nombre "de Galicia"?
