Acaba de tener lugar Galicia TIC 2016 que abordó la temática de la Transformación Digital para una Competencia Global, con la participación de ponentes de gran experiencia, y tal como indicó el profesor Miguel Merino, director del evento, "lo digital está trayendo cambios sin precedentes. Hay nuevas tecnologías y soluciones, más datos que nunca, sistemas nuevos y heredados que coexisten, un aumento de la colaboración (dentro y fuera de la empresa), nuevas alianzas, nuevas startup..." que nos inducen a pensar si la transformación tecnológica constituye una preocupación en si misma o lo realmente importante es aprovechar el potencial tecnológico para mejorar en todos los órdenes.
Es evidente que todos los días vemos que aparecen nuevas soluciones tecnológicas que implicarían verdaderas transformaciones entre ellas las digitales y muchas de carácter disruptivo, pero sigue siendo inevitable dar sentido económico a todas las iniciativas, por tanto, aun viendo que parece claro que una determinada innovación cambiará de forma radical realidades operativas, será preciso poner la innovación al servicio del cambio y producir en más tiempo de lo que parecería necesario el cambio deseado.
La innovación realmente práctica opera cuando aparece lo que en el mundo empresarial se denomina nuevos modelos de negocio. La base tecnológica es fundamental para introducir nuevos conceptos en el mundo de las empresas, de tal forma que los modelos pueden sufrir una seria mutación haciendo que algo que venía funcionando desde siempre, se vea transformado en otra realidad totalmente diferente. Por ejemplo una actividad económica muy tradicional, conocida y que implica a muchas personas como es el comercio minorista, está sufriendo una variación de modelo, apareciendo nuevos conceptos, como la comparabilidad, la decisión de compra inmediata, con entrega del producto por medio extraordinariamente rápidos, la adaptación personalizada a los requerimientos del cliente, la predictibilidad para ofertar a los clientes lo que puedan desear y un largo etc. que hace obsoletas las infraestructuras comerciales, la sistemática de compra por aprovisionamientos y ventas ulteriores a partir de ver los artículos, tocarlos, probarlos y sobre todo abarata la distribución de forma sustantiva.
Claro, los cambios no son inmediatos pero si persistentes en el tiempo y tarde o temprano la creatividad de las empresas idea adaptaciones tecnológicas a sus procesos y producen cambios aparentemente sobrevenidos pero que han sido advertidos, si bien quizás no les hemos hecho el caso que merecería.
La cuestión es que la transformación digital más allá de verla como amenaza, debe aparecer como oportunidad para regenerar viejas empresas o crear nuevas y más innovadoras.
*Economista
