A la vista de la noticia de la concesión a nuestro municipio de cinco millones por el Plan Feder de la C.E., y con motivo de las obras de humanización de las vías interiores de comunicación, es decir de la entrada y salida de nuestra villa, entendemos, tal como decíamos en nuestro comentario "Marín 2020" de hace un año, que conviene hacer un estudio pausado y minucioso para decidir que obras son necesarias para conseguir ese centro tranquilo donde impere lo peatonal, pero que al mismo tiempo tenemos que darle una salida fluida al tráfico en general y especialmente a camiones y vehículos de transporte. Vaya por delante que nos parece bien la humanización del centro histórico, pero es necesario conjugar los espacios peatonales con unas vías de comunicación que permitan el tráfico rodado por nuestra villa y al tiempo no supongan un atasco y un trastorno para el tráfico diario de servicios.
Está muy bien hacer un centro más humanizado para los peatones y así puedan disfrutar todos los marinenses, pero que ya que se gasta el dinero, al menos se vigilen las prohibiciones de tránsito y aparcamiento en las zonas peatonales, pues a decir verdad, hoy es un caos, cada quien hace lo que le viene en gana, circula por donde quiere y aparca donde le apetece: en aceras, vados, direcciones prohibidas, etc. etc., y el peatón ya no sabe si es peatonal o todo lo contrario, y encima estropeando el flamante enlosado, mientras los responsables municipales o no se enteran, o no quieren enterarse, y nada hacen por ordenar esta situación.
En la década de los 80 Ademar, debido a los atascos continuos que se producían en la avenida de Orense, hizo un estudio para encontrar la solución a esta desesperante situación, y propuso la construcción de una circunvala que saliendo del nudo de Placeres, bordeara la parte sur del casco urbano para enlazar a la altura de Mogor.
Hizo las gestiones ante la Xunta, y finalmente ésta decidió construir la actual GG-44. Sin embargo esta vía, si bien solucionó el tráfico hacia el Morrazo, no solucionó el problema del tráfico interno por trazarla muy alejada y sin un enlace con el centro urbano.
Por ello con motivo del estudio de éste proyecto "Marín 2020", hemos manifestado la necesidad de enlazar el casco urbano con esta vía, mediante la prolongación de las calles Ezequiel Massoni, Jaime Janer y Republica Argentina, y aún la construcción de una nueva vía que partiendo de la calle Alcalde José del Río, y siguiendo el camino de Bóveda, fueran a unirse en una gran rotonda encima de Coirados-Viñas Blancas, para desde allí hacer un enlace por Bravos a la actual GG.44, que al tiempo supondría abrir el crecimiento hacia su zona natural. Creemos que esta sería la solución al tráfico que actualmente debe pasar por el centro y así "echar por tierra" toda la humanización realizada y futura.
