PROTECCIÓN CIVIL
La pasada semana en este Mirador destacábamos la labor de los voluntarios de Protección Civil de Marín. La curiosidad y la casualidad hizo que en la noticia principal de la misma página saliera que uno de los miembros de este altruista servicio fue pillado con no sé cuanto alcohol de más en el cuerpo mientras conducía, uniformado, el Patrol de la agrupación. No cabe duda de que el contraste entre los dos niveles de la página era evidente pero tampoco que una cosa no tiene nada que ver con la otra ya que el grupo de personas que viste ese uniforme es, en general, un ejemplo de voluntariado, siempre dispuestos sus miembros a acudir allí donde hacen falta o son llamados para ayudar a resolver cualquier contingencia. Que uno de sus miembros (que al parecer estaba cumpliendo una "condena" para redimirse con trabajos para la sociedad por los mismos motivos de la nueva denuncia) se haya pasado de rosca, corrobora que en las mejores cazuelas puede haber un "garbanzo negro" que no desmerece para nada el cocido. Los voluntarios de Protección Civil de Marín se merecen respeto y reconocimiento y, de paso, más dotación de material para facilitar su servicio, una labor altruista y no remunerada en los tiempos que corren. Pues otra vez amén.
