La prueba de que los ciudadanos siempre tienen razón cuando acuden a las urnas a depositar el voto, es que sus resultados no siempre son asumidos por los perdedores, incapaces, en la mayoría de los casos, de esa sana autocrítica, y se tiran al monte de las culpas ajenas. Otro, como es el caso de los socialistas de la capitalidad, optan por ingresar en la orden de los caladiños, y sin asumir responsabilidades que le son propias. Los ejemplos son reveladores. La secretaria local socialista, Carmen Rodríguez, que se quedó en candidata sin asiento en el Pazo del Hórreo, se enrocó en el silencio sepulcral. Y que decir del portavoz del grupo municipal en el Concello de Ourense, Vázquez Barquero. Lo suyo es cum lauden justificador. No hace valoraciones públicas y las circunscribe a los órganos del partido. Y se limpia polvo de responsabilidad asegurando que en las pasadas elecciones autonómicas "el grupo municipal no participó". Se olvida que la edil Rodríguez ocupaba el número tres de la lista. Y que decir de la sangría de votos que cada cita electoral pierden los socialistas: de 11 a 6 en las municipales, y de 4 a 2 en las autonómicas, que los coloca como la tercera fuerza política. En Ourense no ruge la marabunta, pero a poco que se lo propongan algunos, esos que no asumen responsabilidades de derrotas dolorosas, pueden convertirse en enterradores... méritos hacen de sobra.