Echar las campanas al vuelo con estadísticas como las del paro es un riesgo al tratarse de una de las materias más sensibles para los cientos de ciudadanos que llevan años en esa lista negra que atiborra los ordenadores del INEM. Con todo, los resultados de agosto no pueden ser más positivos pues confirma una tendencia que en los últimos años ha convertido los 13.000 demandantes de empleo en algo más de 8.000, una reducción espectacular sino fuera que este último dato se refiere a la etapa de apogeo turístico.
Pero O Salnés tiene capacidad para mantenerse en esa posición e incluso posibilidades de rebajar aún más el desempleo. Es necesario aprovechar la coyuntura para garantizar esta estabilidad de forma permanente y aún hay tiempo porque el clima veraniego puede persistir y por tanto la hostelería debe seguir funcionando a tope además de porque, a la vez, llegan citas como la Festa do Marisco que tiene un gran tirón,además del filón de la vendimia o la buena situación de la industria pesquera, cuando ni siquiera la toxina está causando estragos.
Es por tanto un paréntesis que las administraciones han de aprovechar para seguir buscando recursos, sobre todo en materia industrial que es de lo que más adolece la comarca, si bien es cierto que la falta de gobierno en España puede lastrar inversiones, pero habrá que ser optimistas y confiar en un pronto arreglo.
Pero de lo que se trata ahora es de convencer a los hosteleros de que extiendan la temporada después de haber hecho el agosto con el crecimiento turístico de que tanto alardean las instituciones gracias, en parte, al enorme apoyo que cada año presta al sector en todos los sentidos, especialmente el económico, pero también de divulgación de los valores de la tierra. Por ello, el sector no puede abandonar todo lo que se ha conquistado entre todos. Se ha demostrado que es el buen camino para la recuperación de la comarca por lo que no es momento de recoger beneficios e irse para casa. Los hosteleros tienen que mantener la apuesta firme para que el verano en las Rías Baixas se prolongue. Son cinco mil familias las que piden este esfuerzo que va a repercutir de forma positiva en todos los que aquí viven.
