Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El freno a la accidentabilidad

Si la contabilidad manejada oficialmente fue correcta y verídica, sin ningún tipo de artimañas ni manipulaciones, hay que convenir que la campaña de la prudencia en la provincia de Pontevedra no solo resultó un éxito, sino que superó con creces su encomiable objetivo.

Una exposición de la prudencia en los bajos del nuevo edificio del Gobierno Civil, cuya dirección artística corrió a cargo del popular Curro Volta y su amigo Alfonso Guerra, presentó en el verano de 1958 un exhaustivo balance del trabajo realizado durante los dos primeros años, junto a la labor desarrollada en los centros escolares.

Entre 1956 y 1958 se celebraron en la provincia un total de 121 festivales infantiles, se distribuyeron en las carreteras 25.000 carteles murales y 20.000 "prudencios"; también se instalaron 250 "prudencios" metálicos y 50 carteles reflectantes en tres idiomas, y se proyectaron 50 diapositivas alusivas en los cines pontevedreses.

Con resultar suficientemente expresivos todos estos datos, mayor impacto causaron las cifras referidas a la siniestralidad circulatoria: El número de accidentados en las carreteras pontevedresas pasó de 921 en 1955 a 270 en 1958 y el número de muertos durante el mismo período se redujo de 61 a solo 23. En definitiva, muchas vidas salvadas.

Durante los primeros años 60, cuando la campaña cesó su operatividad y con el tráfico bajo vigilancia de la Guardia Civil, el número de accidentes se mantuvo a raya y no superó el medio millar. Por tanto, cumplido un quinquenio desde su lanzamiento, el número de accidentados en toda la provincia se redujo a la mitad, pese al incremento registrado por el parque automovilístico, tanto de coches como de motos.

Compartir el artículo

stats