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Pocos daños y muchos beneficios

Una corporación presidida por el alcalde Remigio Hevia Marinas acusó recibo de centenares de firmas de vecinos en contra de la construcción de la autovía a Marín. Como respuesta obligada encargó un informe a los tenientes de alcalde Luís Rocafort Martínez y Eusebio Taboada Tabanera. Cuando terminaron su elaboración, las conclusiones fueron analizadas y debatidas el 28 de octubre de 1949 por una Comisión Permanente que presidió el propio alcalde y que respaldó sus tesis.

De entrada, el informe cuestionó la veracidad de las firmas incluidas en varios pliegos que avalaban el escrito contrario a la obra proyectada. Rocafort y Taboada consideraron que muchas firmas correspondían a una misma persona. Su grafismo delataba el montaje a simple vista. No obstante, respondieron con minuciosidad y contundencia a las alegaciones presentadas.

La postura de la Comisión Permanente tras asumir el informe en su integridad dejó claras tres cosas: una, que el proyecto no había sido auspiciado ni elaborado por el Ayuntamiento; dos, que durante su tramitación administrativa, incluidos dos edictos publicados en el BOP, no había recibido ni una sola reclamación en la exposición pública, y tres, que los perjuicios alegados por los opositores parecían muy pequeños frente a los "grandísimos beneficios" que, en su opinión, reportaría la conexión directa entre ambos municipios.

La autovía entre Pontevedra y Marín fue definida entonces por Taboada y Rocafort como "columna vertebral de la unidad geográfica y económica".

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