Hola soy Roi y os hablo desde el corazón de mis padres, Merchi y Juan. Esta es una carta para todo el personal de la planta de Oncología de Povisa: equipo médico, enfermer@s, auxiliares, celadores, limpiadoras y camareras? No voy a dar nombres porque sería interminable y todos y cada un@ de vosotr@s os sentiréis en mayor o menor medida identificad@s con mis palabras. Siempre he sido una persona que solo cree en lo que ve o lo que siente, por eso ahora creo en los ángeles de la guarda, porque los he visto y los he sentido. Os he visto en la planta de Oncología del hospital Povisa en Vigo y os he sentido cuidándome durante un montón de días, tanto en los buenos como en los peores de mi enfermedad. Hasta los últimos momentos habéis estado ahí incluso ocupándoos de mis padres, que sin estar enfermos también tenían un dolor enorme.

Tenéis que estar muy orgullosos de lo que hacéis porque no solo hacéis maravillosamente bien vuestro trabajo, sino que lo hacéis con un cariño increíble y un cuidado especial. Además, nos habéis dado apoyo emocional y buenos consejos en los últimos momentos. Por ejemplo, sobre cómo hablar con la familia, que no es algo que debáis hacer, es algo extra que no os imagináis lo que nos ha ayudado. Aunque no siempre se consigue, curáis y ayudáis a curar a muchísimas personas que pasan por esta planta con esta maldita enfermedad.

Yo no lo he conseguido y cuando leáis esta carta ya me habré ido, pero espero y deseo que en los momentos de debilidad y duda que aparezcan a lo largo de vuestra vida profesional, penséis en aquel chaval de 20 años que pasó por Oncología y que desde el corazón de sus padres os da las gracias.

Juan José Martínez Rial y Merchi Álvarez Nores