"Un zas en toda la boca" que dice mi hijo. Se acabó sentirme culpable por pasar los fines de semana tumbada en el sofá sin más actividad que alternarlo con la tumbona. Ya no pienso avergonzarme por levantarme tarde los domingos ni buscar excusas cuando mi marido insiste en "hacer algo" para aprovechar la mañana. No.
Resulta que un grupo de científicos de la Universidad de Florida Gulf Coast, ha revelado que las personas vagas son más inteligentes y que, quienes tienen un coeficiente menor, son físicamente más activas. Para realizar el estudio, que ha sido publicado en la revista Journal of Health Psychology, los científicos utilizaron dos grupos de 30 personas cada uno y comprobaron que tener un alto coeficiente intelectual se relaciona con la pereza, ya que la gente inteligente tiende a aburrirse menos y por ello pasa más tiempo concentrada en sus pensamientos sin necesidad de hacer otras actividades. Por el contrario, las personas más activas necesitan estimular su mente haciendo algo porque se aburren más rápidamente y tienen que entretenerse en el exterior.
Qué cosas. Toda la vida pensando que un primo mío dado por perdido por sus padres por manta era el más bobo de la familia, y resulta que igual es una eminencia. Aunque, bien mirado, no ha pegado un palo al agua en su vida, así que no debía habernos hecho falta un estudio norteamericano para ver que de tonto no tenía un pelo.
Mi vagancia se limita a los fines de semana mientras que el resto de días hay que trabajar, lo que explica mi absoluta incapacidad para las matemáticas. Aunque todo esto no viene sino a confirmar la hipótesis de que quienes no hacen nada son más inteligentes, los escépticos tienen otras muchas pruebas palpables. No hay más que irse en invierno a alguna playa paradisíaca para darse cuenta de que esas personas que disfrutan al sol de todo tipo de lujos deben ser los más listos del mundo. Vale. Puede que les haya tocado la lotería, pero hay mucho rico por ahí incapaz de disfrutar de la vida y darse un respiro.
Con todo, si quieren confirmar el estudio sin irse tan lejos, no tienen más que mirar a este país. Ahí tenemos un presidente que lleva meses sin actividad y que siempre está esperando que se muevan los demás; una actitud que, aunque no lo parezca, debe ser de lo más inteligente a tenor de los resultados de las encuestas.
