Desde hace algún tiempo, los ciudadanos de Vilagarcía estamos siendo espectadores de una disputa política alrededor de la posibilidad de instalar un nuevo ambulatorio en las antiguas instalaciones de la Comandancia.

Como observadores percibimos en esta lucha una batalla inútil. La ubicación física de un edificio de específicas características como es un centro de salud debe salir del debate subjetivo -casi emocional- en el que operan nuestros políticos para apoyarse en razones técnicas y funcionales como son, por ejemplo, disponer de un rápido y eficaz acceso para el servicio de ambulancias desde cualquier punto del término municipal y, al mismo tiempo, un próximo y suficiente espacio de aparcamiento gratuito. Circunstancias que podrían complicarse al volcar más tráfico rodado en la avenida da Mariña debido a las anunciadas peatonalizaciones.

Asimismo, parece conveniente reparar en la abusiva ubicación de edificios de uso público y otros de toda índole y condición- situados en el borde del mar. Descartando aquellos emplazados dentro del propio recinto portuario- desde Vilaxoan a Carril se pueden contar veinte edificaciones de uso público y privado en esa situación. Todos, en su conjunto, funcionan a modo de estratégica pantalla visual cuyo éxito radica en, por un lado, llenar de contenido los desgraciados rellenos realizados (que de seguir a este ritmo conseguirán crecimientos extraordinarios hacia el otro lado de la ría en vez de hacia Rubiáns, Vilanova o Catoira), cerrar el centro de Vilagarcía al mar y congestionar de tráfico rodado la mencionada avenida da Mariña.

En estas condiciones recomendaríamos encarecidamente a aquellos que toman decisiones que piensen en el futuro del municipio a más largo plazo, no debiendo descartar una posible ampliación del ambulatorio actual cuyos servicios y accesos están prácticamente resueltos. Se considera que los edificios suelen tener una vida útil de cien años, esto es, superior a cuatro legislaturas.

Desafortunadamente los depósitos de Ferrazo y el auditorio nos sobrevivirán y serán una pesada herencia que tendrán que sobrellevar quienes nos sucedan.

*Carmen Santiso es arquitecta y coordinadora de C's en O Salnés