Se les veía más preocupados a algunos vecinos de Aldán por la posibilidad de perderse los fuegos del domingo que por las posibles consecuencias en su salud y en el medio ambiente derivados de los vertidos de residuos fecales a la ría. Bueno, pues lo voy a tranquilizar, porque me dicen de buena fuente que a medianoche habrá fuegos de siete estralos, con todos los colorines como dios manda y que la ría lucirá sus mejores galas y que será un espectáculo para todos los públicos del que se acordarán niños y mayores, que disfrutarán felices y comerán perdices... Y que además, a esas horas y con la luna ya bajando del cuarto menguante, el mar será un espejo y el tufillo del vertido se disipará entre la pólvora y todos se apuntarán al carpe diem sin importar el mañana.
Autoaplausos, una nueva moda política
Cuando el auditorio es reducido e integrado por periodistas que no son más dados a tomar nota que a convertir una rueda de prensa en una fiesta de cumpleaños, lo que se lleva es que los políticos -siempre que estén coaligados en el poder, claro- se intercambien halagos y aplausos por compartir el mérito de gobernar. ¡Larga vida a la autocomplacencia!
