Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Joaquín Rábago.

La economía lucha por minimizar el impacto del 'Brexit'

Los diversos sectores de la economía luchan por minimizar el impacto del 'Brexit' sobre sus negocios y tratarán de buscar un acuerdo con Londres como el que tiene, por ejemplo, la UE con Noruega.

Tal acuerdo permite, por ejemplo, a un país que, como el escandinavo, no es miembro de la UE la obtención de un "pasaporte europeo" con el que operar libremente en cualquier país del continente.

Pero el mismo tiene contrapartidas tanto económicas como sobre todo en materia de libertad de movimiento de trabajadores, algo que Londres no parece dispuesto a aceptar pues ha sido uno de los motivos para abandonar la UE.

El problema es que si los ciudadanos del Reino Unido han votado la salida de la UE, entre otras cosas, por rechazar la fuerte inmigración de la Europa del Este y porque además no se sienten ni se han sentido nunca europeos, ese no es el caso de las empresas allí establecidas.

Las empresas, sobre todo las multinacionales, no entienden de patriotismos y se ubican allí donde encuentran mayores facilidades para sus negocios: es decir, menor burocracia y posibilidad de minimizar los impuestos.

Algo que les proporcionaba hasta ahora Londres, lo que explica que, a diferencia de lo ocurrido en las zonas deprimidas del país, la capital, con una floreciente industria financiera, votara mayoritariamente a favor de la permanencia en la UE.

Esas empresas temen perder ahora con el 'Brexit' muchas de las ventajas de la que gozaban en Europa y están pensando en nuevas estrategias para intentar conservarlas.

La capital británica, cabeza de puente del sector financiero en Europa, representa hoy por hoy en torno al 20 por ciento del PIB del Reino Unido, del que un 8 por ciento corresponde a ese sector, ahora amenazado.

Otros destacados centros como Frankfurt, sede del Banco Central Europeo, sueñan ya con llevarse buena parte del negocio establecido hasta ahora en la capital británica, mientras que Berlín quiere reforzar su atractivo para las "start-ups" en el sector digital.

La preocupación alcanza también al sector aeronáutico porque si no llega Londres a un nuevo acuerdo con Bruselas, las compañías británicas como EasyJet no podrán ofrecer como ahora vuelos entre ciudades del continente europeo.

Algo similar ocurre con la industria alemana del automóvil, que tiene en el Reino Unido no solo un importantísimo mercado sino también plantas de producción como la de BMW, que compra además allí muchos de sus componentes.

Como puede verse igualmente perjudicada la industria farmacéutica si, con la salida de la UE, los grandes laboratorios británicos como GlaxoSmithKline o AstraZeneca o los estadounidenses establecidos en el Reino Unido -por ejemplo, Pfizer- tienen que volver a pagar aranceles..

Compartir el artículo

stats