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La semana de A Ferrería

Los políticos retoman el camino

Pasada la cita electoral volvemos a tomar el camino ya andado durante seis meses a la espera de encontrar una senda que nos traslade a un país con un gobierno estable.

Tras los resultados del 26-J toca una negociación dura y enrocada que está por ver que esta vez nos conduzca a alguna parte. En esta primera semana es de todo punto incomprensible la reacción de los partidos como PSOE, Podemos y Ciudadanos que lejos de asumir su derrota electoral, que ha sido estrepitosa por su pérdida de votos, agravada por la importante subida del PP, vuelven con los mismos argumentos que condujeron en su día a una nuevas elecciones. Con esta actitud y con el paso del tiempo todo indica, salvo para los perdedores, que el apoyo popular a Rajoy irá en aumento, porque el ciudadano aprecia que impera el interés partidista de determinados políticos ansiosos de poder.

Si los de Podemos ya no saben si son socialdemócratas, nacionalistas o comunistas, el líder del PSOE, Pedro Sánchez sigue sin convencerse de que España está mejor sin él. A la torpeza de ambos se suma el candidato de C´s, Albert Rivera, que riza el rizo en su empecinamiento con Rajoy que lo acabará sepultando. Sus expectativas políticas empequeñecen conforme pasa el tiempo.

Las fuerzas emergentes se han creado de forma tan apresurada en busca de un poder inmediato, que a las primeras de cambio y con el primer revés sus militantes empiezan ya a cuestionar a sus líderes, Pablo Iglesias y Albert Rivera.

En cuanto al BNG, está tan moribundo que ya no da ni para cuestionar a su cúpula. La falta de autocrítica les lleva directamente al precipicio. Están tan desnortados que el propio Lores vino a decir tras la debacle electoral del pasado domingo que este no era un partido importante para el BNG. ¿Y para eso querían tener voz propia en Madrid presentándose como la única fuerza capaz de defender los intereses de Galicia?

El resultado les deja marcados, pero reconocer su fracaso no va en su ADN. Han obtenido los peores resultados en la ciudad de Pontevedra desde hace 27 años y en el voto emigrante el BNG logra menos apoyos que el Partido Animalista. ¿Hacia dónde van?

La sinrazón de todas estas fuerzas políticas ha llevado al PP a llenar las urnas de votos, al PSOE al descrédito; a las Mareas a deslizarse por un camino tortuoso cuando parecían ir en autopista, y al BNG los ciudadanos lo han mandado, sencillamente, al carajo.

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