Con motivo de cumplirse el LV aniversario de la muerte del gran escultor, Francisco Asorey González, ocurrido 2 de julio de 1961 en Santiago de Compostela; traemos a nuestro comentario la relación que el insigne artista tuvo con nuestra villa a través de sus esculturas. Nacido en Cambados el 4 de Marzo de 1889, estudia en Barcelona, en los salesianos donde tenían un taller de imaginería. Posteriormente se traslada a Baracaldo como profesor de dibujo y aquí abre su primer taller con encargos de todo tipo, y en 1909 se traslada a Madrid, donde realiza muchos trabajos, y en 1918 consigue la plaza de escultor anatómico de la facultad de Medicina de Santiago, instalándose definitivamente en Compostela, montando su taller cerca del convento de Bonaval. Es uno de los mayores exponentes de la escultura gallega del último siglo, tuvo una relación profesional con nuestra villa. Basta con mencionar las obras que del insigne artista tenemos en Marín, y concretamente en la Escuela Naval Militar donde podemos contemplar las obras que Asorey realizó para el centro docente de la armada española.
Con motivo de la construcción de la Escuela Naval le encargaron cuatro obras para dicho centro: La del marino español Álvaro de Bazán (1942), que se encuentra en el patio de aulas, y representa al gran marino sedente sobre un casco de un barco y sostenidos ambos por la figura mitológica de Océano, el titán de la mitología griega, con cola de serpiente y pez, que representaba el gran río que circundaba el mundo. Vestido con la típica gorguera en el cuello y los símbolos del militar: banda cruzando el pecho, espada y bastón de mando. La otra importante escultura es una Virgen del Carmen (1942), temática religiosa que Asorey repitió a lo largo de su vida. Esta Virgen del Carmen en piedra, la representa sentada con los brazos del niño abiertos en el regazo de su madre, y dentro de una hornacina, con una perspectiva frontal y actitud rígida, con un eje central con simetría en sus brazos, los escapularios y los ángeles que la flanquean. Con la mirada al frente sin girar la cabeza. Ambos llevan escudos heráldicos, de España en las coronas y de los Carmelitas en el pecho, con el pié desnudo y sobre un velero. Se encuentra junto al cuartel de marinería, en la subida a dirección.
Y finalmente dos bustos del mismo tamaño, en bronce que corresponden a dos famosos marinos: Isaac Peral (1945) y José Luís Diez (1946), éste se encuentra en el exterior del edificio de su mismo nombre en el comienzo del muelle y el otro en el interior. Son similares, visten uniforme de gala y visión frontal con un ligero movimiento de la cabeza que les da vida y realismo. Y finalmente, en nuestra villa, la Farola, en la plaza de España, que diseñada y dirigida por el artista Manuel Torres, fue realizada en su taller de Santiago.
