Aníbal trajo en jaque a todo el ejército romano, siendo estos diez veces más poderosos que los cartagineses.

Aníbal, cien años después del gran Alejandro Magno, pasará a la historia como uno de los caudillos más importantes.

Aníbal derrotó al ejército romano en los Alpes con un número de soldados muy inferior al de Roma. Su éxito lo basó en sus elefantes y una mejor estrategia.

Finalizada la batalla de los Alpes, Aníbal se dijo: "Es el momento de ir a Roma y destruir el imperio romano." Se puso en marcha y, a las puertas de Roma, sus hombres le pidieron descansar y reponer fuerzas. Y Aníbal se detuvo y su ejército descansaba y se divertía. La victoria sobre Roma estaba cantada, pero descansaron más de la cuenta y Roma se pudo reponer y hacerse fuerte.

Cuando al cabo de dos años atacó Roma, se produjo una gran derrota para las tropas de Aníbal y se dijo una frase que pasó a la historia: "Cuando pude no quise y cuando quise no pude".

Si hubiera atacado a Roma después de la victoria de los Alpes, hubieran ganado los de Cartago, pues Roma estaba desguarnecida y humillada.

Esta frase tiene la máxima actualidad, durante los últimos años, desde 2007: hemos tenido la mayor crisis no solo económica sino de valores.

Rajoy, que tuvo el valor de enfrentarse a una situación muy difícil, por miedo intentó consensuar con el Partido Socialista de Pedro Sánchez temas vitales como la educación, pues en esta está la clave para que todos tengamos una historia de España en común. De lo contrario tenemos el peligro de que cada autonomía tenga una versión diferente y esto sea el motivo de muchas divergencias territoriales.

El resultado ha sido que en las elecciones del 20-D el señor Sánchez se enrocó y le negó el pan y la sal al señor Rajoy. Hoy, en vísperas del 26-J, al señor Rajoy le podemos decir la frase que atribuimos a Aníbal: "Cuando pude no quise y cuando quise no pude".

El señor Rajoy, según las encuestas, ganará pero no tendrá la mayoría como hace cuatro años. Al señor Pedro Sánchez las encuestas le dan el tercer puesto. Yo creo que se confunden, ojalá sea así. No será la primera vez que ocurre.

La socialdemocracia no es patrimonio del señor Pablo Iglesias, según predica él, es abiertamente comunista, como lo demostró con su pacto con Izquierda Unida. El pueblo español no es comunista ni separatista. Al señor Pedro Sánchez le pediría cordura y que imitase a los grandes líderes actuales del socialismo español.

El debate a cuatro que hemos visto estos días ha confirmado la solidez de Rajoy, la inmadurez del señor Sánchez y del señor Ribera y la gran actuación del señor Pablo Iglesias, que siendo comunista nos quiere vender la socialdemocracia. Ojalá no tengamos que repetir las elecciones.

* Miembro del Club 55