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Varufakis

Llueven piedras sobre Colau porque en octubre vino Varufakis a Barcelona a dar una conferencia y el Ayuntamiento les pagó a él y a su esposa tres noches en hoteles de cinco estrellas, honorarios aparte; en total: 4.100 euros que salieron de los bolsillos de los barceloneses y todo eso que siempre se dice. Pero vayamos a lo que importa: el exministro griego de Finanzas no fue invitado por Colau, sino por la Corporación que aún presidía Xavier Trias (CDC), no siendo esta la primera vez que el convergente se siente atraído por el lado salvaje de la política; ¿o ya se ha olvidado que siendo todavía alcalde no tuvo reparos en pagar el alquiler a los okupas de Gràcia para evitarse males mayores (justo los que hace unas semanas tuvo que arrostrar Colau por dejar de hacerlo) y ese dinero también salió de los bolsillos de los barceloneses y todo eso que siempre se dice?

Varufakis fue contratado en abril de 2015, cuando él aún era ministro y el bueno de Trias, alcalde. "¿Intentáis pasarnos por la izquierda?", le espetó Colau al exregidor hace unos días, al estallar la polémica. Pero no se trata de izquierdismo, sino de otro ismo que me invento: mediatiquismo, el mal que contraen los políticos y los que no lo son cuando un tipo calvo con chaquetón de cuero se hace más famoso que un futbolista por decir "no" a aquellos a los que todos los demás decimos "sí". A la gente le chiflan los justicieros, aunque vivan en una casa tirando a lujosilla; y si encima están a favor del derecho de autodeterminación, como es el caso, en Cataluña venden hasta la pinaza que se pudre en el suelo.

Varufakis dictó su conferencia barcelonesa el 15 de octubre de 2015 y ese mismo día, en la radio, dejó dicho: "El Gobierno parece querer fortalecer el independentismo". Ya no era ministro y el Ejecutivo de Alexis Tsipras había claudicado, pero él habló a favor de la independencia de Cataluña, que era de lo que se trataba. Colau lo disfrutó y lo pagó y, en contrapartida, ahora le llueven piedras; pero el mérito fue de Trias. Que conste.

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