Parece un cuento pero es la realidad. Estábamos en Fandicosta haciendo guardia periodística cuando un grupo de gitanos se presentó en la puerta. De forma animada, uno de ellos anunció que los habían llamado para "hacer limpieza" . Pero no se les dejó entrar. Primero porque nadie de la empresa les había llamado, como ellos aseguraban, y después por el riesgo que había todavía. Pero pudimos comprobar que la ruina de unos es el negocio de otros. Pero se fueron con buen ánimo a encontrar otro lugar donde recoger lo que otros tiran.
El IBI de los castillos hinchables
Seguro que la empresa que realizó los trabajos de la regularización catastral de Cangas acudió al municipio un día de esos de verano con muchos bautizos, bodas y comuniones al aire libre, donde las carpas y los cenadores desmontables formaban parte del paisaje de algunas fincas. Menos mal que no computaron los castillos hinchables de alguna comunión. Imagínense en IBI de un castillo... Pues para volverse loco al recibir la carta dichosa y ver atónito que le adjudican un castillo medieval, con almenas y en ocasiones, hasta con un dragón. ¿Cuanto se pagará por el dragón?
