El Área casi se toca con los dedos y sería imperdonable no coronar el puerto tras una subida al sprint modélica. La Xunta ha movido ficha después de que los alcaldes cumpliesen su compromiso de aprobar la ley en sus plenos (Vigo en junta de gobierno) con una holgadísima mayoría, lo que evidencia el amplio respaldo que ha logrado el texto. Le toca al Concello dar el paso firmando el convenio del transporte. Caballero lo ha asumido, pero falta plasmarlo en el papel, lo que ya se ha comprometido a hacer en diez días.
La desconfianza persiste entre el alcalde y la Xunta. Prueba de ello son las cautelas que Caballero impone en el convenio del transporte y el Gobierno gallego en la ley para evitar malas tentaciones. También siguen las críticas cruzadas entre Praza do Rei y San Caetano, pero el proceso avanza más allá del ruido político. Y eso es lo que cuenta.
El Área está a tiro de piedra y es imprescindible mantener el ritmo, sin despistarse del cronómetro, porque no hay margen para enredos. Nadie admitiría que todo se tirase por la borda con el objetivo al alcance de la mano. Solo falta poner la guinda.
