Yo pienso que a la mayoría de los jóvenes vigueses el nombre de Antonio Nieto Figueroa (Leri) no les dice nada, motivo por el cual he querido recordarle, mediante este artículo, pues la historia de Vigo no la escriben, tan solo, los grandes personajes, sino numerosos ciudadanos normales y trabajadores anónimos.

Leri fue el fundador del fútbol de playas, al que dotó de un reglamento y, además, arbitraba casi todos los partidos, actividad en la que tenía tantos seguidores que fueron capaces de auparlo a una concejalía en varias corporaciones y, como tal, tuvo actuaciones sonoras y otras más silenciosas, por no decir poco afortunadas, pero, en todo caso, siempre dejó probado su amor irrenunciable por Vigo.

Traer hoy el recuerdo de Leri no se funda en lo que antecede, sino en una de sus originalidades, como era el no usar corbata: efectivamente, Leri, pese a actuar en una época en la que la totalidad de los ediles vigueses usaban, a diario, la corbata, él ni en la vida privada ni en la pública se ponía la misma; y ello pese a la presión que le hacían los alcaldes de turno. Si Leri se puso alguna vez la corbata eso fue en la procesión del Cristo de la Victoria.

Yo creo que lo que no nunca pensó Leri es que iba a ser el pionero de la moda actual -entre los políticos- de "los descorbatados", si bien, a mi parecer, hay una diferencia entre nuestro protagonista y los políticos de estos días, pues la actitud de Leri fue una decisión individual, mientras que la de estos últimos ha sido un acto colectivo y de contagio; para algún comentarista, malévolo, el contagio es un acto de estulticia, ya que por el simple hecho de que un político dijera que era más democrático no usar corbata, todos los restantes, en tropel, se la quitaron; no fueran a ser tachados de poco demócratas Otro comentarista más benévolo ha sostenido que los descorbatados se deben, tan solo, a un contagio de una moda, pues, otro político dijo que se quitaba la corbata para poner fin a una moda de la decadente burguesía y, claro, como al parecer ser un burgués debe ser algo malo: ¡fuera la corbata!

Yo no estoy de acuerdo con las dos teorías anteriores, pues opino que si bien el descorbatamiento se debe a un contagio, creo que es de tipo epidémico, más concretamente, a la picadura del mosquito zika, uno de cuyos efectos es la inflamación del cuello y, por ello, deshacer el nudo de la corbata les produce alivio y sin nudo, ¿para qué sirve la misma? En todo caso, la picadura del zika es grave y requiere un tratamiento sanador integral, informar de ello a los políticos no es una broma y por aquello del que avisa no es traidor, bueno es recordarles que, nada menos, que el emperador Carlos I de España y V de Alemania murió, en Yuste, por la picadura de un mosquito.