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José Manuel Ponte

inventario de perplejidades

José Manuel Ponte

Cómo rearmar la ideología

El periódico "El País" está preocupado por el porvenir del PSOE, al que ve en riesgo de quedar aplastado por la previsible confrontación electoral entre el PP y la coalición formada por Podemos, Izquierda Unida y sus confluencias periféricas. La preocupación se advierte en los titulares de primera plana ("El PSOE tratará de sobrevivir a la pinza entre Podemos y el PP") y en los editoriales ("¿Dónde está el PSOE?", "Pacto de supervivencia", etc.).

La tesis del periódico de Prisa es que el PP y Podemos han diseñado su campaña como un duelo directo entre ambas formaciones dejando en un papel subalterno a los socialistas pese a que estos fueron la segunda fuerza política en las pasadas elecciones. Y lo han hecho, como suele suceder siempre en estos casos, por pura conveniencia estratégica. A Podemos le conviene presentarse ante el electorado como la fuerza hegemónica de la izquierda y al PP le beneficia aparecer como el único partido capaz de contener el ascenso al poder de fuerzas pretendidamente extremistas y revolucionarias. En definitiva, como la garantía más segura de estabilidad y tranquilidad. El cartel escogido para la pelea estelar no gusta al periódico, que teme una campaña dura y propicia a deslizarse hacia la crispación, cuando lo que conviene a la ciudadanía es que le ofrezcan soluciones sensatas a los muchos problemas que la aquejan. Una tarea, apunta, en la que debería tener un papel preponderante el PSOE, al que recomienda "no bajar los brazos ante las acometidas que va a recibir por los flancos, ni distraerse en estériles luchas intestinas cuando está a punto de quedar pinzado".

Lo malo del asunto es que para cumplir esa importante tarea hay que conservar la credibilidad del electorado que antes lo votaba, un crédito que la socialdemocracia española al igual que la del resto de Europa ha perdido en estos últimos años. De hecho, "El País" venía a reconocer esa circunstancia en un editorial del pasado 30 de abril. En uno de sus párrafos decía lo siguiente: "La crisis económica global ha hecho un daño enorme a la socialdemocracia, que no ha sabido manejar las políticas de austeridad exigidas en la UE y ha asistido, dubitativa, al aumento de la desigualdad y a la reducción del Estado de Bienestar. En solo 10 años los partidos socialdemócratas europeos han perdido el 25% de sus votos; en España esa pérdida ha llegado al 50%". Una sangría que parece difícil de contener en la etapa del capitalismo financiero que estamos viviendo donde, como apuntaba en el mismo periódico el profesor Ignacio Sotelo, "los partidos tradicionales (mucho más evidente en la izquierda que en la derecha) han perdido buena parte de su base social, multiplicándose el número de fracciones políticas, con la consiguiente debilidad institucional".

Ante este panorama, parece lógica la preocupación de "El País". En los buenos tiempos, la complicidad entre Juan Luis Cebrián y Felipe González fue fructífera para ambas instituciones. El periódico vigilaba que el partido no se deslizase más a la izquierda de lo que representaba la línea ideológica marcada por González, y este utilizaba las páginas del periódico para disparar contra quien se atreviese a ello (el llamado "fuego amigo").

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