La cercanía de Vigo ha sido para Marín como una losa desde siempre. Frecuentemente hemos sufrido sus presiones intentando arredrar de su competencia tanto a Vilagarcía como a Marín. Recuerdo momentos en que se quería "unificar" la actividad en los tres puertos pero quedando Vigo con las buenas cargas y mandando las peores y más contaminantes para aquí y para Arousa, que seríamos el retrete del "gran señor". Recuerdo los problemas de competencia de la pesca y, a la vez que lamento la actitud de muchos armadores de Marín, también he de señalar las artimañas del puerto vigués y la permisividad para determinadas prácticas haciendo la vista gorda a muchas cosas que ahora se van descubriendo, lo que ha supuesto una competencia desleal absoluta aunque de eso el señor López Veiga no se entera; ¿qué no se entera? ?¡ja! En este momento, en los puertos de toda Europa se están desternillando de risa por esta absurda reacción viguesa (aunque en la foto que salió ayer en este periódico parece que también se ríen López y Caballero a mandíbula partida). Absurda y localista (que sería eso lo que quiso decir la señora presidenta de la Diputación) actitud de quienes, en lugar de lamentar pérdidas tendrían que haber ganado, en buena liz, una subasta.

MALA IDEA