Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Javier Sánchez de Dios.

Crónica Política

Javier Sánchez de Dios

El sitio

Pues, la verdad sea dicha, no es frecuente, y menos aún en el oficio de la política, encontrar la coherencia necesaria entre ideas y hechos como para confiar mucho en sus protagonistas. Y de forma muy concreta en tiempos postelectorales, sobre todo si los resultados son malos, porque el balance agria los debates y redondea los cinismos, cumpliéndose al pie de la letra eso de que los triunfos siempre tienen padrinos y los fracasos son huérfanos.

La prueba -si falta hiciere- de que eso es así la aportan los episodios que se viven en el BNG, donde los que acaban de irse, y algunos que se quedaron de mala gana, aún mantienen la polémica acerca de posibles alianzas -tras los pésimos datos del 20/D- contra la opinión de la dirección renovada y respaldada por una mayoría más que suficiente. Y de que todavía queda coherencia hay también muestra en la actitud de la nueva Portavoz Nacional, Ana Pontón -probable candidata a la Xunta- que no solo mantiene lo que se aprobó sino que lo hace con decisión y coraje.

Lo dicho, que solo es una opinión personal, no significa más que el reconocimiento de valores tan escasos como el mantenimiento de la palabra dada y el intento de cumplir los compromisos adquiridos. A partir de ahí, y como es natural, cada cual puede hacer en su casa de su capa un sayo y sostener o variar partes o el todo de un programa concreto, pero esa es otra historia diferente.

Ítem más; frente a las acusaciones de miopía o de cerrilismo que ya se ha formulado -con más o menos cortesía- desde otros sectores hacia la dirección del Bloque, no estaría de más advertir que el pulso no parece tanto por sumar votos cuanto por conservar lo que de verdad les importa a los nacionalistas, que es conservar de forma clara esa condición sin meterse en un popurrí de confusas intenciones,

Expuesto ese argumentario, procede añadir alguna observación. Una de ellas, que los políticos no se alimentan del maná, sino de votos y, por tanto, su búsqueda es objetivo clave, como lo es, pero a mayor plazo, llegar al poder. Y en ese sentido parecería más razonable que el BNG los buscase entre los gallegos que se sienten como tales, aunque no soberanistas, en lugar de acudir a otras fuentes en las que ya beben muchos que no tienen claro ni lo que son.

No es un consejo, sino un punto de vista que se fundamente en que de hacerlo así, sería mejor ¡para el BNG -una fuerza necesaria aquí- y para el país, que tendría más claro con quién se juega vidas y haciendas, mientras otros solo buscan un sitio donde colocarse. Pero allá doña Ana -y cía-, porque es su responsabilidad.

¿Eh...?

Compartir el artículo

stats