| No hace falta ser ningún experto portuario para saber que el cambio de ubicación de la naviera danesa Maersk, líder mundial del tráfico de contenedores, que abandona el puerto de Vigo y se instala en el puerto de Marín, constituye una notica de gran calado. En juego están muchos millones de euros. Sobrada razón tiene Enrique López-Veiga, presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, en estar preocupado por la pérdida de tamaño cliente. Mucho me temo que todas sus gestiones para tratar de impedir ese cambio operativo van a servir de poco. Tarde piache, dice el sabio refranero que tan bien conoce el ex conselleiro de Pesca. El meollo de la cuestión está en vislumbrar si esta vez, la estancia de Maersk en Marín va a durar más tiempo que en otra ocasión anterior, sin escuchar los cantos de sirena de Vigo.