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Nombres propios

Pepe Conde Corbal, pintor

Autor de los diseños dedicados a muchos rincones de nuestra ciudad, plazas, monumentos, edificios y estatuas, bajo el nombre de El Ourense Perdurable, con textos alusivos a las figuras representadas, de la autoría de su gran amigo Vicente Risco, el pintor Conde Corbal residió gran parte de su vida en Ourense, donde nacieron la mayoría de sus numerosos hijos. Tenía su estudio de artista en un bajo del Parque de San Lázaro, en la parte trasera del antiguo Hotel Parque. Desencantado por el poco aprecio que tuvo de los ourensanos, como desgraciadamente le pasa a muchos, acabó por marchar para su provincia de nacimiento, falleciendo en Vilagarcía de Arousa en el año de 1999.

Conde Corbal nació en Pontevedra el año 1923, en la casa nº 36 de la calle que en su día dedicaran a su padrino y abuelo materno Benito Corbal Estévez. Una casa de estilo portugués, con jardín en la parte de atrás, que ya no existe en la actualidad. Su padre José Conde Pérez había nacido en el barrio ourensano de Casardomato, cercano al Miño y a Quintela, y había emigrado con diez años a Cuba. Su madre se llamaba Trinidad Corbal Souto. Toda su vida fue muy intensa, llena de experiencias y vivencias, residiendo en lugares variados por épocas y ejerciendo diversos oficios y trabajos de lo más variopintos.

Durante su infancia, en la calle Michelena de la ciudad pontevedresa, desde la nueva residencia familiar de la casa nº 33 de esta calle, acude a la escuela primaria de pago de la maestra Dª Estrellita, donde aprende a leer y escribir. Más tarde continua sus estudios en el Colegio Balmes dirigido por Gerardo Santos, y posteriormente en la escuela situada en la plaza de Méndez Núñez. Durante los veranos, además de las temporadas de baño en la playa de Placeres, disfruta de su estancia en el Pazo ourensano de Ramirás, próximo a Untes. En este lugar, en sus montes y campos, sale con las vacas, ayuda en las vendimias y en la cosecha del maíz, aprende canciones populares y el lenguaje popular y escucha de sus mayores hermosos cuentos alrededor de la "lareira" de la casa familiar.

Terminados los estudios primarios, inicia los secundarios también en Pontevedra. En la segunda planta de la vivienda familiar de la calle Michelena vive, come y duerme, y en el tercer piso se encontraba instalado el laboratorio del profesor Bibiano Tafall, que lo llevaba en su coche marca "Ford" a las clases del Instituto. Gracias a Tafall, que era profesor de Agricultura, comenzó a apasionarse por la Biología. En el colegio de enseñanza secundaria dirigido por Blas Arias hizo el Bachillerato y, de paso, aprendió los himnos nacionales del nuevo régimen fascista. Pero Conde Corbal tuvo la suerte de contar con la amistad y generosidad de Alejandro Mon, el cual le facilitaba libros para leer, que en aquella época estaban prohibidos, y aprovechaba las tertulias que se llevaban a cabo en su despacho muy a menudo.

Su padre quería que estudiase Arquitectura, pero la muerte de su progenitor provocó que fuese a estudiar Derecho y Química a Compostela. Al final se hizo Maestro Nacional y acabó por viajar a Madrid para intentar el ingreso en la Escuela de Montes, donde, a pesar de suspender la prueba, recibió por su examen, de forma ciertamente sorprendente, los parabienes de Daniel de la Sota. Estudiando en la universidad realizó las famosas "milicias universitarias", de las que lo expulsaron por varias faltas a la lista de retreta, y tuvo que realizar entonces el servicio militar normal en la ciudad de Melilla, donde llegó a ser cabo, prestando los servicios en el hospital de tratamiento de la piel y las enfermedades venéreas.

Terminados sus estudios superiores, se traslada a la ciudad castellana de Benavente y adquiere una fábrica de cerámica, donde, además de elaborar tejas y ladrillos, intenta crear otras piezas de barro. Paralelamente, residiendo en esta ciudad, escribe pequeños estudios sobre Fray Toribio de Benavente, creador de la primera universidad en América, y sobre el Beato Sebastián Aparicio, el primer transportista de la "España Nueva", a donde llevó la rueda para el carro. Elabora también las memorias de Fernando Andrade "O Bon" y las de los Condes de Benavente, oriundos de Sarria.

En Benavente fracasa en su trabajo dedicado a la cerámica y la alfarería, regresando a su tierra y comenzando a trabajar en la constructora Cros de Pontevedra. Durante un corto espacio de tiempo vive en la localidad de Lobios, próxima a Portugal, para organizar una mina de wolfran en el "Altar dos Cabrões" de la Sierra del Gêrez o Xurés. Después de pasar por tantos lugares, oficios y trabajos, se instala en Ourense, realizando al principio proyectos para la cristalería La Belga. En el verano de 1957, ya con cinco hijos, encontrándose en Meloxo-O Grove, a petición de la fábrica de conservas de pescado "Yago", situada en el puerto, comienza a diseñar folletos, envases y carteles para la conservera. Al mismo tiempo, su amigo Jacobo Varela lo anima a pintar sus primeras acuarelas. Encontrándose al lado del Atlántico y el mar de Arousa, comienza a pintar dornas, racús, bateas, las playas, los astilleros, los trabajadores y trabajadoras de las fábricas de conserva, los marineros, las gaviotas y otras aves marinas y los paisajes de la ría. Tampoco debemos olvidar que la familia de su mujer Margarita Escuredo era de la comarca de O Grove, y ello explica el hecho de que Conde Corbal acudiese a veranear a aquellos lugares, y pintase en sus cuadros aquellas tierras, sus mares y sus gentes.

La obra plástica de Conde Corbal es enormemente amplia y multivariada. En ella hay grabados, estampados, cerámicas, óleos, acuarelas, tablas, murales, xilografías, carteles y diseños de series temáticas de una gran calidad pictórica. En toda su obra se expresa su profundo genio creativo y la motivación principal de todo su arte, que es que tenga un auténtico objetivo pedagógico, de enseñanza para todos los ciudadanos de Galicia. Su dedicación exclusiva a la pintura fue bastante tardía, después de una vida inquieta, bohémica y multiforme. Además del cuaderno citado antes de El Ourense Perdurable, Pepe Conde es el autor de numerosos, hermosos y variados cuadernos pictóricos, creados y editados durante las décadas de los años sesenta y setenta, como los que a continuación citamos: Pueblos y ciudades de Galicia, Pontevedra Monumental, Ourense Monumental, Cruceros, petos y santos, Pontevedra, la tierra y sus gentes, Pazos de Pontevedra, etc. Como grabador de una técnica muy personal, realizó diversas series sobre múltiples temas gallegos, algunos editados en hermosas carpetas. De ellos podemos destacar Amor en Valle Inclán, Etnografía gallega, Flora y fauna de Galicia, Pescados, crustáceos y moluscos, Temas de costumbres populares en Valle Inclán, La dorna y los que viven de ella (en 1973), La Guerra Civil en Galicia ("O fardel da guerra"), Escritores y artistas gallegos: Ría de Arousa (destacando los retratos de Rafael Dieste y Rosalía de Castro), La ruta del Miño y El Miño no se reúne con Portugal. Estos dos últimos son el resultado de su colaboración en el Faro de Vigo, siendo Cerezales el director de nuestro periódico. En el que también, junto con Magar y Gerardo González Martín, realiza una serie de diseños sobre el río Miño y sobre el embalse de Portomarín, dándose el caso curioso de ser ellos tres los últimos en salir de Portomarín antes de ser inundado por la presa. También en el Faro, con Celso Emilio Ferreiro y Siorty, realiza los diseños de la serie "Desde el puente de Ourense y la Sede de Braga", ruta poco usual, pues fue la primera vez , después de la guerra civil, que se cruzó a Portugal por Portela do Homem. Incluso, ya con Álvaro Cunqueiro, hace los diseños para un número extra del Faro sobre "Santiago y su devoción".

En un corto periodo vivido en Madrid, colabora en la revista Suelo, en la que ilustra artículos de Otero Pedrayo, y realiza en la capital un mural para la italiana Banca Nationale di Laboro. Ya con ocho hijos, a su vuelta a Galicia, permanece en Vigo, donde se dedica con gran intensidad a la estampación y el grabado, concluyendo su inicial y larga serie dedicada al que siempre admiró, Valle Inclán y su obra novelística y dramática, y entre ellas Sonatas, La lámpara maravillosa, Luces de Bohemia, los Esperpentos, La pipa de Kif (¡Aleluya!) y Peregrinaciones.

Después de analizar la azarosa vida y obra de Conde Corbal, tenemos que reconocer que las mayores influencias que recibió nuestro artista fueron las de sus lecturas valle-inclanescas, que lo habían impresionado, y Vicente Risco con su tertulia de los "Artistiñas" en el Volter y Bar Tucho de Ourense, a finales de los cincuenta y primeros años sesenta, en torno al buen vino y el licor café. Y también en los cafés Alaska, Parque y Miño. A las primeras reuniones del "Tucho" lo había llevado Agustín García Pereira. En esta época todos coincidían en que Ourense "era una especie de Universidad en la que no había que pagar". De ahí salió la denominación "Atenas de Galicia" para nuestra ciudad.

Conde Corbal realizó numerosísimas exposiciones por toda Galicia y otros lugares del Estado y el extranjero. Todos los museos de Galicia tienen alguna obra suya. El de Vigo, por ejemplo, cuenta con una excelente colección de sus aguatintas sobre temas valle-inclanescos. Las primeras exposiciones de sus acuarelas las hizo en el Liceo de Ourense.

Si tenemos que definir el arte de nuestro artista en su variedad de temas y de técnicas, podríamos asociarlo de alguna forma al expresionismo, con gran efecto dramático, con su pintura basada en la realidad más directa, de la que es deliberadamente testimonial, denunciador y casi panfletario, sin perder la sensibilidad plástica, y casi nos atrevemos a decir que muy próximo al arte de Daumier, e incluso de Goya. Conde pintó al óleo, al "gouache", pintó como nadie obras al negro y al gris en múltiples tonalidades con profundo ideal y gran plasticidad. Y es sin duda su arte del grabado su técnica artística más propia y peculiar, donde se refleja su estilo. Esta técnica le proporcionó la posibilidad de imprimir los grabados, abaratando, como ya había anunciado en 1969, "el coste de las obras para que puedan estar al alcance de muchas personas que no pueden, por su precio, adquirir pintura y la necesitan". Su método de grabar y la distribución de los grabados eran consecuentes con la propia estética de nuestro artista, pues le permitían hacer tiradas numerosas de obras "originales", para poder venderlas a precios razonables. Acertadamente, Conde pensaba que el verdadero valor de su trabajo artístico no estaba en el precio de mercado, sino en la experiencia que la imagen podía ofrecer al espectador. Por ello, además de exponer en museos y galerías de arte, también a menudo lo hacía en tascas, tabernas, bares y restaurantes y otros lugares populares. Con sus obras de grabados, óleos, acuarelas y dibujos. Una obra que, entre otros, fue muy bien analizada, valorada y criticada en su día por el gallego José Antonio Castro Fernández y la americana Carol Maier, profesora de arte de la Universidad Kentstate de Ohio (EUA).

Nota: No hace mucho que publicamos un artículo de esta serie sobre el Teatro Principal, y en el que comentamos que Conde Corbal había sido el líder del grupo "Adepende" y su "alma mater", para llegar a salvar el Principal de la piqueta a la que estaba condenado.

(*) Educador social y animador cultural.

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