Nos hemos enterado hace unos días durante la asamblea de socios del Ateneo de que el concello la ha tomado de nuevo con la explanada que se encuentra al final del paseo marítimo Antonio Blanco y amenaza con colocar en él el galpón, edificio, o lo sea, para los clubes de deportes náuticos. No es la primera vez que anuncian algo parecido porque en su programa de la pasada legislatura situaban allí un estrambótico auditorio que, a Dios gracias, se quedó en nada porque sería un auténtico despropósito ya que, por un lado, se convertiría en una nueva barrera al mar y al paisaje y, por otro, tiene un difícil acceso siempre a pie desde un kilómetro antes que es lo que mide el paseo desde la Plaza de España. Ahora vienen con la idea de poner ese galpón ahí con lo que se mantiene lo de la pantalla, por un lado y está claro que, si se llega a hacer, tan solo dará servicio a los clubes de deportes náuticos con lo que habrá que ir pensando en un funcional multiusos-auditorio, en otro lugar cuando se podría hacer todo junto, bien cerca del propio paseo marítimo, pero al lado del aparcamiento, ahorrando espacios y seguramente dinero. En este pueblo hemos sido siempre poco futuristas y así nos va.
