A mí me marean ciertos datos que se manejan apoyándose en porcentajes, tablas y nombrecitos de bacterias difíciles de repetir. Por eso me fijo en lo que se ve a lo largo del año y, en el caso de esta ría, que tan apestada ponen algunos, me sorprende que haya más banderas azules en sus playas cada año; que la calificación de las aguas que se hacen en tiempos de baño veraniego es, en casi todos los casos, excelente; que en Sanxenxo, cuya corporación también vino a incordiar la cuestión, no cabe un alfiler durante el verano, e incluso se jactan de ser la capital turística gallega por excelencia, y que los barcos de bajura sigan pescando pegaditos al litoral metiendo redes y nasas hasta la mismísima Escuela Naval (que no sé si será por eso que escasea el peixe). Y viendo estos datos reales, a uno le extraña que acusen a la ría de estar tan contaminada... aquí hay algo que no casa. Me acuerdo, ¡vaya si me acuerdo! de aquella campaña que hicieron algunos de "Autopistas non" con la que los gallegos hicimos el ridículo mundial porque nadie podía entender como en un país con "corredoiras" se podía alguien oponer al progreso de aquella manera; también de otras cosas como el intento de desmantelar el Puerto de Marín. Que no se repita.
Dos
