El 22 de febrero podría ser proclamado como el Día Mundial de la Persona Non Grata, que debe ser una de las escasas conmemoraciones que faltan por fijar en el calendario. Y cuando se eche la vista atrás se recordará que tal día como ese del año 2016 el Concello de Pontevedra decidió declarar persona non grata al presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, por mantener a Ence en la ría 60 años más.
Si bien fueron los concejales del PSOE y de Marea los que provocaron tal esperpento, será el BNG y el alcalde Lores los que alcanzarán la gloria por ser él y sus concejales gobernantes quienes favorecieron finalmente la reprobación al pontevedrés Rajoy.
Lores ha sacado el rédito político que buscaba, a pesar de que sus más cercanos hayan dejado caer que el alcalde no veía con buenos ojos la aprobación de esta declaración. Ahora, a falta de nuevos viajes por el mundo en búsqueda de más premios, recobra el protagonismo cuando su partido está en clara decadencia. A pesar de las derrotas electorales del BNG, Lores se mantiene como su líder moral, en un partido donde cada vez quedan menos soldados militantes y el alto mando cae en cada batalla electoral a la que se enfrenta.
Lores ha sido el gran protagonista de este "non grato", porque ha consumado esta atrocidad, mientras los grupos municipales del PSOE y Marea han dejado patente cuál es su capacidad política.
Nos aprestamos a vivir un periodo de tiempo tenso y bronco en Pontevedra con una sociedad dividida, unos porque defienden el mantenimiento de los puestos de trabajo y otros porque luchan por la defensa de la ría. Unos y otros merecen el mismo respeto por parte de sus representantes en la Corporación municipal.
Es lo que tiene el llegar a medidas tan radicales que se genera crispación y odio, como se vivió en el pleno del pasado lunes. Lores, a quien le gusta jugar al fútbol de portero, no ha sabido o no ha querido parar a tiempo este partido mediático ayudado por un trío arbitral formado por Tino Fernández, Luis Rei y Carme da Silva que ha permitido el juego sucio.
Pero este encuentro no ha finalizado todavía, se puede decir que estamos en el descanso, y que la segunda parte va a resultar intensa, a la espera de si Rajoy y el PP logran mantenerse en la Moncloa, porque de ser así veremos si Pontevedra va a seguir recibiendo inversiones como hasta ahora; o por el contrario de alcanzar el gobierno central las fuerzas progresistas, comprobaremos si deciden cambiar la ley y tirar abajo la prórroga de Ence.
El resultado, tal como está este país, es incierto todavía, pero lo que es una realidad es que nada bueno se ha conseguido con la declaración de non grato, salvo cabrear a una ciudad que estará expectante ante el cariz inesperado que toman los acontecimientos.
El otro asunto de la semana ha sido el anuncio de la fusión entre los concellos de Cotobade y Cerdedo. Con la despoblación galopante que sufren los municipios del interior, lo raro es que solo haya habido dos fusiones de municipios en Galicia en los últimos años. Como esto siga así, comenzarán a ser bastantes los pueblos abandonados por las carreteras de nuestra hermosa geografía gallega. Otros muchos alcaldes deberían de tomar nota.
