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Arte

Moreiras, Santos, Entroido y jazz

El edificio que aloja a la Asociación de Empresarios de Ourense en la praza das Damas, acoge una magnífica exposición de los últimos trabajos de Baldomero Moreiras. De la pintura y creatividad de Moreiras siempre se puede decir que son el fruto de una larga trayectoria de investigación del color, de los materiales y de las formas. En ésta última etapa se siente cautivado por los colores planos, sobre todo los cálidos, a los que les incrusta otros de carácter opuesto de formas poligonales y que a su vez conecta a través de trazos y curvas sinuosas como si de un mosaico multicolor se tratase, unas veces con predominio del rojo, otras de naranja, o de azul? Sus trabajos sobre loneta que agujerea entretejiéndolos a un marco de hierro, simulando una cama elástica, dan una sensación de pinturas proyectistas que pretenden llamar la atención del espectador al enmarcarlas como si de un gran trofeo de color se tratase.

Su temática va ligada a la vida, al amor y a la mujer. Todo está envuelto con un halo onírico de líneas y color perfectamente definidos que hace que el visitador y contemplador de su obra sueñe y participe a la vez del mundo interior del artista que intenta dar lo mejor de sí a través de su canción hecha pintura.

Bajo el título de "O carnaval", Mª Carmen Vidal y Tareixa Taboada que día a día intentan acercar al orensano lo mejor del mundo del arte en Visol, presentan una magnífica exposición en torno a la magia del carnaval. En pintura: Raúl Diniz, Antoni Lafayette, Manuel Catoira, Xulio Rodríguez, Baldomero Moreiras, Ilaria Pergolesi, Leandro, Baamonde, Villalobos y Tareixa Taboada. En escultura: Rivada, Víctor Lorenzo y Tareixa Taboada. En instalación: Geles Baliño y traje de carnaval de Raúl Diniz. En fotografia: Plácido Rodríguez y Ana Iglesias. Y en grabado: Arturo Baltar. De todos ellos habría que hacer una mención detallada del trabajo expuesto dada su extraordinaria calidad, sin embargo hay que destacar la sencillez del trabajo fotográfico "Neno con chocas, en festa", de Ana Iglesias, que tiene la virtud de pintar con la cámara y el trabajo de Plácido Rodríguez con "Personaje entre máscaras", todo un devenir del pensamiento como un proceso o cambio continuo de la realidad, como bien afirmaba Heráclito definiendo el universo en "continuo devenir". El traje de carnaval de Raúl Diniz nos acerca a ese mundo de fantasía que representa a la vez lo más íntimo y superficial de nuestro instinto con las luces de la fiesta y el erotismo sin cadenas. Rivada nos enseña cómo desde la frialdad del metal es posible arrancar con furia el alma del cigarrón? el personaje principal de su entroido verinés. Exhibe dos grandes trabajos en hierro, sencillamente geniales y de una maestría sin igual. Rivada es el claro ejemplo del artista que va superándose a sí mismo, siendo capaz de lograr una obra fresca, nueva? con el nuevo día. No quisiera dejar en el tintero la magnífica obra de Tareixa Taboada: simplemente íntima, rompedora, rebelde y genial. Sus trabajos son casi una terapia para sacar los miedos, las angustias y el silencio de la soledad a relucir mediante dibujos, pinturas, esculturas?, y al mismo tiempo reírse de los mismos. Son dos mundos enfrentados y atrapados dentro de su alma creativa que conviven en armonía. Es de admirar la irónica calavera del "Pinocho" con su característica nariz? riéndose y llorando a la vez su destino.

Carlos Santos

En la acogedora sala de arte que Tony Ferrer, en rúa da Canle nº 3, brinda a los creadores consagrados y a los que van camino de serlo, se puede admirar la interesante exposición de Carlos Santos titulada "Entropía". De momento puede que no nos diga mucho este nombre, sin embargo se trata de un creador con un estilo y técnica ya definida, dotada de gran fuerza y originalidad. El personaje central de su obra es el de un personaje ciclópeo que bien solo, en pareja o en grupo crea ambientes y escenas dentro de un mundo oprimido, en constante lucha por la libertad o la liberación de su ser. Polifemo constituyó siempre una constante fuente de inspiración para artistas y escritores. Como bien sabemos, Polifemo, el más famoso de los cíclopes, hijo de Poseidón y la ninfa Toosa, se le suele representar como un gigante de un solo ojo en la frente y las orejas puntiagudas de un sátiro. Fue ampliamente descrito en la Odisea de Homero, en El Cíclope de Eurípides, en La Eneida de Virgilio... No es extraño pues, que la figura y la personalidad de Polifemo originara un impacto creativo en Carlos Santos y dedicase gran parte de su actual trabajo a estudiar su interesante personalidad. Son verdaderamente impresionantes las composiciones de multitud de personajes ciclópeos buscando salidas, emergiendo de su prisión, creando castillos ciclópeos en busca de la paz, del aire de la libertad o por la conquista de una altura y posición de mando como logro personal de la constante lucha vital. A su vez nos sorprende con un cíclope en pareja, en actitud de amantes, abrazados, puros? es en consecuencia el reflejo un mundo de cuerpos aparentemente inanimados, pero que luchan por la superación, por la libertad y por el sentido creativo del amor? principio de la vida.

En Verín

Esta vez, en la sala de Exposiciones de Verín, podemos deleitarnos con la magnífica exposición "As cores do jazz" de los artistas Iria Blanco, Xosé Rivada y la actuación del músico y compositor David Rivada. Hasta aquí podría tratarse de una exposición más o menos animada, pero ésta es excepcional por la calidad de los trabajos y la genial interpretación, a través de la pintura, escultura e interpretación musical del alma de jazz.

Iria Blanco es una artista que reúne en su buencrear todo el alma y sentimiento que el jazz pretende hacer llegar al escuchante y la sensación de estar viviendo este tipo de música a través de la contemplación de sus obras. Por si esto fuera poco, Iria Blanco es "maga". La creación de sus increíbles obras tridimensionales no dejan indiferente a nadie, no sólo por la complicación y precisión de la elaboración de sus composiciones, sino por el alma, energía y vitalidad que logra haciéndolas parecer que tienen vida propia. Maneja con habilidad los claroscuros del blanco y negro como si del halogenuro de plata se tratara haciéndonos vibrar con la interpretación del músico o sintiéndonos atraídos por una mirada.

Su pintura constituye un acercamiento en el tiempo a través de sus creaciones, haciéndonos sentir música de jazz al contemplarla. Por su parte, Xosé Rivada refleja en su escultura lo mejor de sí, da vida a los instrumentos del jazz a través de composiciones casi hipnóticas, con una fuerza que hace sentir el jazz al contemplarlas, causando gran fascinación y atrayendo la atención de manera irresistible.

Sus instrumentos tienen la gracia de los instrumentos destinados alegrar el corazón de las gentes, son formas que emitirán tonos celestiales esperando como el arpa de Bécquer? esperando la mano de nieve? Sin duda, creaciones divinas que ponen de manifiesto la valía de uno de los mejores escultores de la Galicia de siempre.

De David Rivada es obligado decir que desde su puesto de docente en el Instituto Taboada Chivite de Verín lleva realizando un gran trabajo entre los más jóvenes, con musicales como "Los miserables", "Moulin Rouge", "Mamma mía", y "Hoy no me puedo levantar".

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