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El meollo

La medalla de Marea

El meollo de la cuestión está en calibrar qué sentido tiene hoy la solicitud planteada por Marea en la Diputación de Pontevedra, para retirar la medalla de oro de la provincia que otorgó a la Sección Femenina de FE y de las JONS el día 7 de marzo del año 1963, en señal de reconocimiento a su labor asistencial, benéfica y cultural.

La moción presentada por el diputado vigués Xosé Luís Jácome, a instancia de su correligionario pontevedrés Luís Rey, según su propia explicación está concebida con "un significado potente de defensa da igualdade e libertade das mulleres, en tanto en canto se fai a poucos días da celebración do 8 de marzo" (Día Internacional de la Mujer).

Mucho me temo que Luís Rey, reconocido y premiado novelista, no estuvo demasiado inspirado cuando ideó semejante reclamación, nada menos que con una intención ejemplarizante. Ni untando la moción con mucha vaselina encaja dentro del marco de aplicación de la traída y llevada Ley de Memoria Histórica.

En síntesis, la propuesta de Marea adolece de un revisionismo exacerbado, fuera de lugar y, sobre todo, de tiempo, puesto que clava su vista en el pasado. Al violentar el contexto, pierde la razón, porque no hay comparativa posible entre entonces y ahora.

Durante el régimen franquista, la Sección Femenina fue para la mujer una suerte de sucedáneo del Servicio Militar para el hombre. Pilar Primo de Rivera la creó en 1934 y ella misma la disolvió en 1977. Mucho más tardó en desaparecer la "mili".

La Sección Femenina, por tanto, está muerta y bien enterrada. No hay porqué resucitarla ahora, cuarenta años después. Aquella medalla de oro de la Diputación fue consecuencia de otro tiempo ya superado.

Fuera de aquel contexto tan lejano y tan distinto, muy difícilmente puede extraerse hoy algún tipo de acción ejemplarizante a cuenta de la retirada de la medalla en cuestión. En cuanto a su devolución, que también se pide, suena a puro recochineo.

Si esta moción de tintes tan añejos constituye la mejor forma de honrar el Día Internacional de la Mujer que vislumbra Marea, sencillamente apaga y vámonos. Luís Rey tiene que idear otra cosa más apropiada para tal ocasión.

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