Hace unos días, la Presidenta de Andalucía y el de la Comunidad valenciana han reclamado la condonación parcial del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) con la justificación de que sería la manera de compensarles por la peor financiación que han tenido en el pasado: como han estado peor financiados, se han endeudado más. El asunto no es baladí y requiere atención y análisis.
Lo primero es aclarar que es verdad que Valencia y, en menor medida, Andalucía han sido maltratadas por el sistema de financiación autonómica. Su cobertura de las necesidades de gasto por habitante ha sido peor que en Galicia o Extremadura, por ejemplo. Lo segundo, es cierto que el endeudamiento se explica parcialmente por esa peor financiación. Los datos lo demuestran.
En el otro lado de la balanza hay que situar que los sucesivos acuerdos de financiación autonómica fueron, en general, refrendados o a al menos asumidos por ambas autonomías. Eso les puede restar cierta legitimidad en las reivindicaciones actuales. También que otras autonomías con menos problemas con el déficit y la deuda han aplicado recortes más duros. Galicia da ejemplos de ello. Por hablar de lo cotidiano: los profesores de universidad gallegos contamos todavía con un complemento negativo todos los meses, que se suma al recorte a la mitad de las pagas extras. Esto no existe en otras partes. Finalmente, podría argumentarse que ha habido malgasto y despilfarro, pero es verdad que eso no es exclusivo de ninguna Comunidad Autónoma y que habría que cuantificarlo con rigor para poder ponerlo encima de la mesa.
La realidad es que, hasta la fecha, no ha habido condonaciones de deuda autonómica en España. Es verdad que la restricción presupuestaria ha sido laxa, que cada vez que se han sentado a negociar con la Administración Central, las autonomías han conseguido más recursos. Pero el reparto de esa masa financiera adicional no ha dependido de la deuda acumulada por cada gobierno en el pasado. No ha habido un rescate de las más endeudadas. Sería muy negativo romper con este proceder; se mandaría un mensaje muy peligroso para la responsabilidad fiscal futura.
En definitiva, necesitamos una reforma de la financiación autonómica que atienda a las situaciones objetivas de infrafinanciación. Y habrá que pensar en mecanismos para solventarlo. Pero la condonación del FLA no parece el mejor camino.
*Director de GEN (Universidade de Vigo)
@SantiagoLagoP
