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Trump y el 1%

A esta hora, Donald Trump y Bernie Sanders protagonizan la campaña de las primarias estadounidenses. Cada uno a su manera -¿los extremos se tocan?- ha hecho suyo el cabreo de los norteamericanos con el "stablishment", el declive económico y la desigualdad.

Esto es lo que hay al fondo; en la superficie hay otra cosa: la necesidad del ciudadano de ver y oír a sus políticos saliéndose del tiesto partidista.

Es de esperar que en los próximos meses el magnate garrulo y el socialista irredento sean frenados por sus rivales, Ted Cruz o Marco Rubio, de un lado, y Hillary Clinton, del otro. Sobre todo, en el caso del senador por Vermont, cuyo modelo de financiación, a base de pequeñas donaciones de simpatizantes anónimos (sin súper PACs), empezará a hacer aguas muy pronto.

Mucho más difícil será que el constructor neoyorquino se quede sin dinero. Tiene el suficiente para seguir adelante como independiente si la convención republicana no le juzga presentable. Pero el partido del elefante se arriesga mucho si proscribe a un candidato con favor (y fervor) popular.

Trump lo sabe y por eso sigue igual de incorrecto, permitiéndose, incluso, poner en cuestión la institución clave de la política norteamericana, el grupo de presión o "lobby".

Sorprendente o no, el multimillonario ha jurado combatir al lobista tanto como al yihadista o el espalda mojada. Con él en la Casa Blanca, parece decirnos, no hará falta cortejar o amenazar al congresista de turno para conseguir objetivos a cambio de fondos.

Es comprensible, él nunca los ha necesitado. Sanders, en cambio, ha aprendido a vivir sin ellos. Y aunque también condene el lobismo, antes de entrar en política supo lo que es padecer cortes de agua, luz y línea telefónica.

Ignoro si el senador vivía en una casa construida por Trump antes de ser alcalde de Burlington, pero con su política social -más moderada que la del PSOE- solo pretende reducir la brecha de la desigualdad en un país en el que el 1% de los habitantes posee tanto como el 90%. Y Trump -eso no lo ignoro- entra en ese 1%.

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