Si el objetivo es conseguir primero un desarrollo óptimo de las capacidades globales y sexuales de la persona, y segundo, anticiparse a posibles factores de sufrimiento como disfunciones sexuales, embarazos, enfermedades de transmisión sexual y la elección de parejas equivocadas, entre otros, se precisa organizar de forma psicopedagógica una multidimensionalidad de conocimientos coordinados y secuenciados para el desarrollo conjunto y específicamente de lo que implican los comportamiento sexuales.
También estos conocimientos ayudarían en parte y tendrían unas funciones preventivas para afrontar complicaciones e interrelaciones derivadas del desconocimiento, como pueden ser ciber-acoso, pederastia, explotación sexual, bajo rendimiento escolar, drogas y alcohol.
Desde la familia y desde el centro escolar se pueden enseñar componentes de la inteligencia relacional, intrapersonal, comunicación y conocimientos sobre lo humano, aspectos culturales, sociales, psicológicos, emocionales y afectivos. Además la sexualidad humana desde una forma científica, sobre lo fisiológico y anatómico. Embarazo, anticonceptivos, enfermedades de transmisión sexual y su prevención. Se trata de programar un conjunto de conocimientos que pedagógicamente organizados le fueran llegando al niño en cada curso, como una asignatura. Y desde su familia las explicaciones que integraran una comunicación abierta y clara que facilitara un canal de conocimiento y crear así un espacio para compartir experiencias en función de la sensibilidad de cada uno, y el momento evolutivo y desarrollo personal del hijo, con realismo y esforzándose los padres y poniendo intención para que sea también como una transmisión de experiencias en ambas direcciones y no solo conocimientos teóricos.
Si bien es cierto que la vida humana no se puede programar ni planificar de forma exhaustiva, con la información y la formación se tienen más grados de libertad para tomar decisiones que el ir a ciegas. La propuesta de la ONU es que a todas las personas les conviene tener acceso a una educación sexual de calidad. Y si se atiende a todos los componentes del ser como son los aspectos neurológicos, biológicos, psicológicos, sociales y espirituales se precisan saberes interdisciplinarios para completarlo. Actualmente la vida va muy rápida y parece que la educación continúa con múltiples contenidos escasamente prácticos.
La renovación para elegir lo útil y aplicado, para transformar las vidas de los niños, contribuiría al desarrollo de estrategias y habilidades de adultos y así afrontar la realidad de una forma más ágil, dinámica y pragmática. A los alumnos de la sociedad actual todavía se les está enseñando de la forma más antigua y perversa, a ser "obedientes", necesidad esta que proviene de unos poderes ancestrales para que así facilite el ejercer el mando con facilidad y comodidad. El obediente no da problemas, aunque su actuación y la tendencia social a la obediencia ya genera muchos problemas. La humanidad actualmente precisa de otros grados más evolucionados y elevados de desarrollo como es la educación en "responsabilidad" (Jesper Juul, 2013). "Más responsable" siempre implica ser más consciente para su vida y para la sociedad a la que pertenece.
En resumen, más autónomo y más independiente para contribuir al conjunto social sin la perspectiva pasiva de que el estado cuide de uno, o sea, prolongar la necesidad del padre y la madre de por vida. Y así, la educación sexual con una perspectiva amplia, irá facilitando el desarrollo integral del individuo y de la sociedad hacia una vida de calidad, más sana y más positiva. Muchos padres hoy en día actúan en esta dirección, a otros aún les cuesta bastante.
*Psicóloga
